California a punto de echar abajo uno de los pilares del catolicismo: el secreto de confesión
El proyecto de ley exige a los sacerdotes católicos que informen a las autoridades civiles cuando un penitente confiesa haber cometido abusos sexuales contra un menor.
La iniciativa, de corte eminentemente demócrata, recibió los votos de 27 demócratas y de tres republicanos. Cuatro republicanos votaron no, mientras que tres republicanos y un demócrata no votaron el día de ayer.
Una gran decepción
En respuesta a la votación, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, emitió una declaración en la que dijo estar “profundamente decepcionado con el voto del Senado” sobre la SB 360.
“Sigo creyendo –indicó el prelado– que podemos fortalecer las leyes de presentación de informes para proteger la seguridad de los niños y al mismo tiempo preservar la santidad de las comunicaciones penitenciales”.
Más adelante, Gómez resaltó que los obispos de California continuarán trabajando con los legisladores en la Asamblea e instó a los católicos a que “sigan orando y hagan oír su voz sobre este tema, que es tan vital para nuestra fe y nuestra libertad religiosa”.
De hecho, desde que se supo del proyecto de ley SB 360, la Conferencia Católica de California puso en funcionamiento una página web en la cual se le puede escribir directamente a cada miembro de la Asamblea para decirle lo que los católicos piensan al respecto.
Ataque directo a la libertad religiosa
Bill Donohue, presidente de la Liga Católica de Estados Unidos escribió un comentario en el cual afirma que la SB 360 es “un ataque frontal a la libertad religiosa”.
“Si bien el proyecto de ley se había enmendado previamente para incluir solo las confesiones de otros sacerdotes o compañeros de trabajo, todavía es una intrusión inaceptable por parte del gobierno en un sacramento sagrado de la Iglesia Católica”, dice Donohue.
El autor de textos como “Por qué el catolicismo importa”, refirió estar con el arzobispo Gómez para pedirle al gobierno de California que refuerce los requisitos de información obligatorios respetando el secreto de confesión.
“Este proyecto de ley es absolutamente inaplicable. Ningún sacerdote lo va a respetar y violar la santidad del confesionario. Además, a los católicos no se les exige respetar las leyes injustas, y este es un claro ejemplo de tal ley”, escribió Donohue.
El proyecto de ley ahora se trasladará a la Asamblea estatal, donde se espera que pueda empatar la necesidad de proteger a los menores contra del abuso sexual y, al mismo tiempo, respetar uno de los pilares del catolicismo como lo es el secreto de confesión.
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