3 cosas que recordar cuando cuidas al hijo de otra persona
¿Vas a cuidar de algún niño este fin de semana? Tal vez estás haciendo una buena acción para tu hermano o hermana. O tal vez estás siendo una excelente vecina y has aceptado ayudar a la familia de al lado. Aquí te presento algunos consejos de mis muchas horas cuidando niños ajenos.
1. Dedica atención
La diferencia entre cuidar bien o no es cuán involucrado se está. No confíes en una pantalla para hacer tu trabajo. Los niños quieren tu atención, especialmente porque eres adulto y diferente de sus papás. Jugar juegos de mesa o leer libros generalmente es un buen camino.
Los niños pueden pedirte que juegues a algo imaginario, y eso puede ser desafiante al principio. Por ejemplo, ellos pueden decirte que deberías ser el rey de los osos en el zoológico y que es hora de hacer una reunión con los osos. Si no eres oso desde hace algún tiempo, puedes tener dificultades con la tarea a realizar. No te preocupes. Los niños son muy comprensivos cuando se trata de los juegos, y tú generalmente solo necesitas seguir el ejemplo y el juego seguirá adelante.
2. Trae algo contigo
Aunque sea solo un libro para colorear, un antiguo juego de mesa o un libro infantil, los juguetes desconocidos son más excitantes que los juguetes actuales. Y no muestres lo que has traído de inmediato. Úsalo en un momento estratégico. Y recuerda que a los niños les gusta aprender nuevos juegos, canciones y habilidades.
Aunque no tengas ningún libro o juguete para llevar, puedes hurgar en tus recuerdos de infancia y enseñarles algo de tu época. Mi conocimiento de danza irlandesa y la capacidad de crear canciones extrañas siempre son útiles. Los trucos de mágica y los enigmas simples también son buenos, dependiendo de la edad de los niños.
3. Ten autocontrol
La parte más importante de tu trabajo es mantener a los niños bajo tus cuidados. Pero que sepas que ser una persona nueva e interesante puede hacer que los niños actúen con más euforia de lo normal. Ellos querrán impresionarte, o por lo menos llamar tu atención. Y eso puede implicar ruido y lío. Cuando un juego se vuelva muy eufórico, haz una pausa para merendar o tomar un refresco. La distracción es una técnica probada y comprobada en el arte de la gestión del caos con niños pequeños.
Otro momento en que los niños se quedan sin control es cuando están cansadas. Verifica con los padres cuál es la rutina normal de la hora de dormir. De esa forma, puedes saber cuándo empezar el proceso de dormir.
Cuidar de niños es un esfuerzo divertido y desgastante. Mientras juegas con los niños bajo tu responsabilidad y combines algunas técnicas de distracción preventiva para gestionar juegos muy indisciplinados, todos deben tener un tiempo agradable y seguro.
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