Papa Francisco consagró el Sínodo a San Francisco de Asís

El papa Francisco consagró el Sínodo sobre la Amazonía a la intercesión de San Francisco de Asís en una ceremonia en los Jardines Vaticanos este viernes 4 de octubre de 2019, asimismo se llevó a cabo la plantación de un árbol como símbolo de la conversión a la ecología integral. Precisamente, el Papa escribió: ”San Francisco es el ejemplo por excelencia de una ecología integral”, Laudato Si’ (10). 

El evento involucró la participación de líderes indígenas, frailes franciscanos, misioneros de la Iglesia, para enviar un poderoso mensaje al mundo sobre el compromiso de cuidar nuestra casa común. La ceremonia estuvo marcada por cantos, danzas y gestos simbólicos de representantes de los pueblos originarios de la Amazonía. 

El gesto simbólico de plantar un árbol en el corazón de la Iglesia universal ha sido una oportunidad para comunicar la importancia del Sínodo del Amazonas, para celebrar “el tiempo de la creación” y para proponer a San Francisco como modelo y guía para el proceso del sinodal. 

La fiesta de San Francisco de Asís este año, el 4 de octubre, tiene una importancia especial dada la concomitancia de varias fechas simbólicas: Se lleva a cabo solo 2 días antes del inicio del Sínodo de la Amazonía (6-27 de octubre), el primer sínodo sobre el tema de la ecología integral. 

Además, la fiesta de San Francisco cierra el Tiempo de la Creación, la celebración anual que tiene lugar entre el 1 de septiembre y el 4 de octubre, que Francisco proclamó oficialmente por primera vez para la Iglesia Católica, iniciativa del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral que promueve la celebración de la vida y la protección de la creación de Dios. 

Ocurre justo antes de la celebración del 40 aniversario de la proclamación de San Francisco como el santo patrón de los entusiastas de la ecología (29 de noviembre) por San Juan Pablo II. 

Poco después de ser elegido, Bergoglio decide que su papado se inspira a San Francisco de Asís (1182 – id., 1226), conocido en el catolicismo como el santo “pobrecillo” debido a que renunció a los bienes terrenales para ponerse al servicio de los últimos. Obviamente, el Papa siempre ha corroborado la centralidad de Jesús en sus mensajes. 

El nombre de Francisco es ya todo un programa para el pontificado: Cuidado de la Creación (cambio climático), Reforma de la Iglesia (el místico italiano recibió una invitación divina a reparar la casa del Señor). 

La memoria del santo ‘pobrecillo’ reafirma la opción preferencial por los pobres y los más necesitados (el fundador de la orden franciscana lideró un movimiento de renovación cristiana que tuvo un inmenso eco entre las clases populares e hizo de él una personalidad en la Edad Media).

La silla del Papa

Una curiosidad del evento, el Papa pidió sentarse al lado de los obispos y de los cardenales, en cambio de sentarse en una silla puesta sobre una plataforma y en el centro. El acto estuvo acompañado por las reflexiones del cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y del relator General del Sínodo, el cardenal Claudio Hummes.

Antes de sembrar el árbol, varias representantes de distintas realidades católicas y ecologistas,derramaron tierra en el terreno tomada de lugares simbólicos (tierra de la Amazonía rica en cultura y tierra de la Amazonía bañada en la sangre de los mártires, etc), bajo el acompañamiento del “Cántico de las criaturas”. 

Francisco, acompañado por dos representantes de pueblos originarios, Ednamar de Oliveira Viana y José Cristo de Oliveira, y por el Card. Claudio Hummes y el Card. Lorenzo Baldisseri, procedieron a plantar un árbol en el jardín del Vaticano. 

Al final, el Pontífice rezó un Padrenuestro y se despidió de los señores cardenales y de todos los presentes.