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Sueña, entrena e inspira sobre silla de ruedas

Iñaki Benitez Cruz cree que la única discapacidad es una mala actitud. Se mueve en silla de ruedas, pero en su blog elige destacar que sueña sobre ruedas. En 2009, y con 17 años, sufrió una severa lesión cervical mientras practicaba su deporte, rugby. Lo jugaba desde los 4 años. Quedó cuadripléjico. Pero eso no le impide seguir avanzando en la vida; ni siquiera lo aleja del deporte. En Deportiva Francesa, el club de sus amores, es entrenador de una de las categorías juveniles.

Se suele decir que el deporte es una escuela para la vida, entre otros motivos, porque enfrenta a quienes lo practican a adversidades ante las que no hay que rendirse. Desde lo que sabe del deporte, y de lo que fue aprendiendo con la vida, Iñaki entrena a los rugbiers de la división de menores de 15 años.

En un diálogo con Aleteia nos cuenta: “Intento demostrar con el ejemplo dando todo de mí en cada entrenamiento. A veces dejo mi salud de lado con tal de que los chicos entiendan el sacrificarse y ser dedicados. Con el tiempo entendí que cada chico es diferente, y hay que motivarlo de manera distinta. Disfruto buscando la manera de sacar el máximo de cada jugador. Lo aliento a dar lo mejor de sí sin importar el resultado. Más allá del rugby quiero que entiendan que nada es imposible si se trabaja duro y con el corazón”.

Quien entrena a los chicos de Deportiva Francesa es una persona que, como muchos otros que sufren lesiones de este tipo en distintas circunstancias de la vida, tiene que aprender de adulto gran parte de las cosas que intuitivamente se aprenden de muy niños. En algunos casos a caminar, a hablar, a tragar, a respirar.

Dependiendo de la persona y la lesión, las sesiones pueden durar varias horas diarias durante meses y años. Y los avances pueden tardar en verse… Pero hay que empezar con la recuperación, con las sesiones de rehabilitación.

Para dar esos primeros pasos que hoy dan y permiten frutos, Iñaki cree que las ganas de mejorar y desafiarse a sí mismo “fueron claves”. “Las ganas de superarme y el anhelo de mayor independencia fueron las principales razones. No sé hasta donde voy a recuperar pero quiero poder mirar atrás en el futuro y poder decir que hice todo lo posible por mejorar”, nos confiesa.

En ese camino, Iñaki no está solo. Y aclara: “La familia y los amigos son todo. Esas dos instituciones son lo que me ayudaron a llegar hasta el día de hoy. Sin mi familia y mis amigos no sería la persona que soy hoy”.

Ser entrenador de Deportiva Francesa es un desafío personal en el que de alguna manera plasma lo que va aprendiendo día a día en la vida, pero tiene sus especificidades y, pese a que lo había practicado toda su vida, el desafío de empezar algo nuevo, nuevamente, era mayúsculo.

“Siempre quise enseñar todo lo que no me enseñaron a mí. Hoy en día el rugby es mucho más global y el tener acceso a más recursos para aprender me hizo todo más fácil. En principio no tenía idea de cómo iba a hacer para entrenar sin moverme. Después entendí que tenía que saber mucho y tener una comunicación clara”.

Pero en los entrenamientos no está solo, e Iñaki respeta y agradece mucho a los jóvenes. “Los chicos que entreno hacen que todo sea más fácil. Me recibieron sin prejuicio desde el primer momento y me instaron a mejorar y ser mejor entrenador. El darte cuenta y sentir que influiste de manera positiva en la vida de alguien es todo para mí”.

Por eso Iñaki, además de entrenar rugby, escribe y comparte sus ideas en el blog Sueños sobre Ruedas. No lo hace para recibir elogios, aunque reconoce que es lindo ser apreciado. Él pretende inspirar. A todos.

“Mi meta es la de inspirar y hacer que cualquiera que lea o escuche tenga ganas de mejorar”, aclara. “Dejar su zona de confort y luchar por ese sueño que tiene postergado. Luchar por ese trabajo soñado. Luchar para salir de esa mala situación. Luchar por todo aquello que quieren”, pide, y enseña, Iñaki.  Sueña e inspira sobre ruedas.

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