Tengo hambre y no encuentro mi casa

Un oso polar callejero camina en una carretera a las afueras de la ciudad industrial rusa de Norilsk. Está hambriento y camina a cientos de kilómetros de su hábitat natural, dijeron las autoridades en las últimas horas.

Los primeros en verse sorprendidos fueros los propios transeúntes, quienes detuvieron sus vehículos para observar la curiosa escena que tenían ante sus ojos.

Pero la imagen no solo interpela a quienes lo pudieron ver a pocos metros, pues también representa un claro llamado de atención para todos y deja en evidencia los efectos del cambio climático, aspecto que provoca descontrol. Desde desplazados, hasta animales perdidos que migran buscando mejores condiciones para sobrevivir.

Por estos días, este 18 de junio, se cumple un nuevo aniversario de la presentación de la encíclica del papa Francisco Laudato Sí. Bueno es volver a recordarla y tomar conciencia sobre todos estos aspectos que comienzan a ser más cotidianos. Ojalá nos sigamos sorprendiendo –señal que todavía no se ha generalizado- y actuando en consecuencia para que este oso polar regrese a casa.

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