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Racing Extinction, ¿ya no hay que comer carne?

A veces da igual en qué creamos porque sobre la estupidez humana pocas cosas se pueden hacer. Racing Extinction formó parte de un insólito movimiento televisivo a nivel global. El film se estrenó hace casi un año, el pasado 2 de diciembre de 2015 en 220 territorios de todo el mundo a las diez de la noche, hora local.

Sin embargo, pese a su naturaleza televisiva el documental tuvo y retuvo mucho de producto cinematográfico. Pasó por el festival de Sundance recibiendo aplausos por todos lados y hasta fue nominada a un Oscar, aunque eso sí, a la mejor canción. La película, el documental, el reportaje o llámese como se quiera, está dirigido por un ex fotógrafo del National Geografic, Louise Psihoyos, un realizador que hace unos años se llevó, esta vez sí, el Oscar bueno al mejor documental por The Cove.

No obstante y pese a su estreno televisivo, Racing Extinction gozó de puntuales y anecdóticos estrenos en salas comerciales en Estados Unidos. Aun así, el film forma parte de una campaña global mucho más grande y ambiciosa que pretende cambiar los hábitos del mundo para alterar radicalmente la forma de comportarnos con el mundo que nos rodea.

Racing Extinction pone el acento en una cuestión fundamental. A lo largo de la historia del planeta Tierra se han dado cinco grandes extinciones globales, la última de ellas fue hace 65 millones de años, cuando un meteorito se llevó por delante a casi todos los dinosaurios. La clave es que ahora estamos en un periodo en el que la especie dominante somos los seres humanos. Somos los que dominamos el mundo precisamente cuando, según la mayoría de los científicos del mundo, el planeta no goza de su mejor estado de salud. Yo no quiero señalar a nadie.

Lo que Racing Extinction viene a proponer en resumidas cuentas es que comamos menos carne y consumamos más vegetales. ¿Por qué? Después de los combustibles fósiles, los animales de granja son los mayores productores de metano, un gas letal que favorece el efecto invernadero, convierte en ácidos los océanos y está trastocando la salud el planeta.

Sin embargo, ya lo hemos dicho en alguna ocasión, un documental, por el mero hecho de ser un documental, no significa que sea real, o cierto, o indiscutible, o bueno. Es cierto que las imágenes de Racing Extinction son abrumadoras, hermosas y dolorosas.

Sin embargo, no creo que el problema sea el consumo de carne sino la producción masiva de carne, la oferta excesiva. ¿Cuánta comida tiramos a la basura al año? En España unos 180 kilos anuales por persona. ¿Cuánta comida de los supermercados que no se vende termina en el contenedor? En suma, ¿Cuánta comida se produce de más, cuantos productos se oferta de forma masiva y qué consumimos realmente?

Este creo que es el problema real, y no dejar de comer carne.

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