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“El cura de hierro”, un atleta evangelizador

El próximo 4 de septiembre en Suiza se estará llevando a cabo el Campeonato Mundial de Duatlón y entre sus competidores estará, por tercera vez, el presbítero Edison Serna, de nacionalidad colombiana, que se ha hecho conocido por su amor al deporte y dedicación en su ministerio.

Serna nació en Marinilla – Antioquia y fue ordenado sacerdote el 12 de diciembre de 2010, día de la Virgen de Guadalupe. Pertenece a la diócesis de Magangué y actualmente está a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Carmen.

El padre Edison es actualmente delegado para la pastoral deportiva en la isla y capellán de la Federación Colombiana de Triatlón. Varios de sus años los ha dedicado a competir en el campo del duatlón y triatlón.

Desde muy pequeño sintió esa atracción por el atletismo. Cuenta que desde los 9 años empezó a participar en los juegos deportivos entre escuelas.

Fue en Bachillerato que tomó en serio la decisión de entrenar con más constancia, perseverancia y dureza para alcanzar las metas que se proponía, logrando su participación en los juegos departamentales y competencias nacionales e internacionales.

Confiesa a Aleteia que una motivación muy importante es llevar a buen término el encargo recibido del Señor Jesús de ir por el mundo entero y anunciar el Evangelio a todas las gentes. (Mc 16, 15)

Para él cada entrenamiento y competición es ocasión para anunciar el Evangelio y cuenta que descubre que su presencia permite acercar a la Iglesia a las personas porque siendo sacerdote también es para los demás deportistas amigo, padre y pastor que entiende sus realidades y ora por ellos.

“Para mí el deporte es un nuevo aerópago de la evangelización y por ende la importancia de continuar haciendo presencia como Iglesia llevándoles el buen aroma de Cristo, quien es referencia a imitar en la vida de todo deportista”, dice el padre Edison.

Incluso, uno de los grandes deseos de Edison es contactar con otros sacerdotes que compitan en alguna modalidad deportiva para organizar una buena pastoral deportiva.

La vida cristiana y el deporte

San Juan Pablo II haciendo referencia al deporte decía: “El deporte practicado como escuela de virtudes, perfecciona la persona y eleva la misma práctica deportiva.” Y el padre Serna hoy da fe y testimonio de la veracidad de estas palabras.

Él sostiene que el deporte dispone para una mejor vida espiritual y perfecta comunión con Dios. El deporte, al dar un buen rendimiento físico, permite que eso se vea reflejado en lo interior, bien sabemos que somos una unidad bio-psico-espiritual.

Afirma que no existe ninguna oposición entre la vida deportiva y el sacerdocio. Pero reconoce que debe ser disciplinado para no descuidar su ministerio.

“Para poder llevar mi vida sacerdotal y rendir en todo lo que mi ministerio implica y mi vida deportiva tengo que ser muy ordenado en mi tiempo”. 

Hay días en los que le toca madrugar a las 3 de la mañana para iniciar sus entrenamientos, o sacar el espacio para después de la misa, en horas de la noche, salir a entrenar.

¡Dios te puede llamar a ti!

 Muchos jóvenes que sienten el llamado de Dios, experimentan cierto temor al responder porque consideran que Dios les va pedir renunciar a sus pasiones.

Y es importante tener en cuenta que si estas no se oponen al Evangelio muy probablemente Dios se valga de ellas para responder a la vocación y a la misión, como es el caso del padre Serna.

Él cuenta muy agradecido que desde su estadía en el seminario contó con el respaldo de sus formadores.

Y recalcó el respaldo incondicional de Jorge Leonardo Gómez Serna, quien lo nombró capellán de la Federación Colombiana de Triatlón y ha sido quien le ha animado a perseverar en sus entrenamientos.

“Me dice que compita con altura que usted es la cara de la Iglesia, diga que es sacerdote, preséntese como sacerdote, escuche y atienda a sus compañeros deportistas no deje de entrenar, no descuide su Ministerio”.

Y eso ha tratado de hacer el padre Edison; servir espiritualmente a sus rivales en las competencias, incluso celebrar la Eucaristía y administrar el sacramento de la Reconciliación.

Finalmente, Edison Serna, conocido también como “el cura de hierro” por su participación en varios Iron Man, comparte su deseo de ser “un buen representante de la Iglesia católica y de mi país Colombia”.

Afirma querer ser “un digno rival a vencer, mostrarle al mundo que los sacerdotes también podemos incurrir en el mundo deportivo y realizar buenas participaciones. Mostrarles a los jóvenes con inquietud vocacional que se puede consagrar a Dios y también obtener buenos resultados deportivo a nivel nacional e internacional. Servir de motivación para que muchas personas busquen más a Dios y ser un referente deportivo”.

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