60 años de separación… y sucedió el milagro
Anna Kozlov llevaba casada solo tres años cuando tuvo que despedir a su marido Boris, que fue convocado por el Ejército Rojo. Anna tuvo que esperar su vuelta o eso pensaron ambos.
Durante el servicio militar de Boris, Stalin exilió a Anna y a su familia a Siberia y la joven esposa no se lo pudo comunicar a su marido. Boris la buscó durante años. Los dos eran de la misma ciudad, Borovlyanka, pero Anna no tenía permiso para llegar allí. Los dos perdieron el contacto.
Anna quedó desolada, tanto que pensó seriamente en el suicidio. Su madre, entonces, destruyó todo lo que le podía recordar su relación con Boris, incluso las cartas y las fotos de la boda. Años después ella se casó y él también, sin saber nada. Pasaron los años y ambos quedaron viudos.
Y entonces, 60 años después de su matrimonio, sucedió un milagro. Anna consiguió volver a su ciudad natal y vio desde lejos a un hombre anciano. Era Boris. Él había ido a Borovlyanka a visitar la tumba de sus padres y cuando vio a Anna corrió hacia ella. Como en una fábula, se casaron de nuevo y vivieron felices.
Envíe un comentario