Header Ads

Venezuela: ¿Por qué los pacientes renales no acceden a medicinas?

La falta de acceso a servicios de salud y de medicamentos esenciales para las personas con insuficiencia renal en Venezuela -entre los años 2015 y 2019- responde a una “política deliberada, arbitraria y discrecional de privación, discriminación y coerción”.

Lo advierte el “Informe sobre la privación del derecho a la salud y la vida de las personas con insuficiencia renal en Venezuela”. Un detallado documento de 37 páginas elaborado por las instituciones: Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV) y la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), entre marzo y noviembre de 2019.

El texto fue entregado durante la víspera a la Organización de Estados Americanos (OEA) y una copia remitida a Aleteia por la asociación civil Médicos Unidos de Venezuela, advirtiendo que la “emergencia humanitaria compleja superó las capacidades de respuesta del Gobierno; y por no aceptar la realidad y permitir la verdadera implementación del sistema de ayuda internacional, las cifras son escalofriantes”.

La denuncia señala que las fallas tienen su raíz “en el desmantelamiento y destrucción de las capacidades del sistema sanitario nacional, incurriendo con ello en violaciones graves de los derechos a la salud y la vida de miles de personas”.

Llamado a la comunidad internacional

A través del informe se apela a la comunidad internacional recordándole que “tiene obligaciones con el derecho a la asistencia y protección de esta población”, y en este sentido es imperativo mantener las exigencias a las autoridades nacionales para tomar las siguientes acciones:

  1. Activar las medidas necesarias para permitir la regularización de la entrada al país de los materiales, medicinas e insumos que permitan a todas las personas con condiciones crónicas, sin exclusión alguna, continuar con sus terapias de salud renal, diálisis y trasplante, usando la ayuda internacional ofrecida por otros países y organismos internacionales especializados.
  1. Revocar las medidas de suspensión del programa de procura de órganos para trasplantes de donantes cadáveres y asegurar las medicinas, insumos, materiales y servicios en condiciones seguras y adecuadas para continuar la realización de trasplantes en Venezuela, garantizando el derecho a la vida y a la integridad física y mental de las personas trasplantadas y en espera de trasplantes.
  1. Desistir de conductas denegación, omisión y manipulación sobre el grave abatimiento del sistema sanitario a nivel nacional, lo cual compromete responsabilidades nacionales e internacionales del Estado con el derecho a la salud y la vida de la población venezolana, entre ellas miles de personas con problemas renales crónicos y millones con diabetes e hipertensión arterial por causa de la escasez de medicinas y la inutilización de los servicios y programas sanitarios, incapacitados para prestar una atención mínima adecuada.
  1. Garantizar plena participación de manera informada a todos los familiares y organizaciones de personas afectadas, gremios y sociedades médicas, personal de los centros de salud, proveedores e instituciones de salud públicas y privadas, en todas las decisiones relativas a los programas y servicios de salud renal, diálisis y trasplantes.

Condición crónica que puede tratarse

Tras recordar que “la insuficiencia renal es una condición de salud crónica que puede tratarse a través de trasplante de riñón o mediante un tratamiento sustitutivo de la función renal, el cual se realiza con métodos de dialización de la sangre para eliminar toxinas”, se proponen “documentar las violaciones de los derechos a la salud y la vida” en Venezuela “como consecuencia de la Emergencia Humanitaria Compleja que se vive en el país desde 2015”.

Para la elaboración del informe fueron consultadas 138 personas con insuficiencia renal de siete estados del país (Anzoátegui, Barinas, Bolívar, Carabobo, Lara, Miranda y Yaracuy); 109 eran trasplantadas y 29 en tratamiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal.

En total se realizaron 32 entrevistas, 16 a personas trasplantadas, 13 a personas en hemodiálisis y 3 en diálisis peritoneal, incluidos familiares de personas fallecidas por la escasez de medicamentos e insumos médicos. También se entrevistó a personas trasplantadas que emigraron ante el riesgo de perder su injerto por la escasez de inmunosupresores.

Hemodiálisis, primera opción en Venezuela

Las personas con insuficiencia renal necesitan dializarse para limpiar su sangre de las toxinas que el cuerpo no expulsa naturalmente. Este tratamiento debe ser practicado tres veces a la semana, entre tres y cuatro horas al día, hasta que la persona pueda recibir un trasplante renal.

La hemodiálisis se realiza a través de máquinas que realizan la función del riñón de manera artificial, mientras que la diálisis peritoneal puede hacerse en la casa por bombeo manual o por una máquina especial. El procedimiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal requiere de accesos temporales (catéter) o accesos vasculares definitivos como prótesis y fístula arteriovenosa.

La hemodiálisis es la primera opción de diálisis en Venezuela, debido a que la diálisis peritoneal requiere que las personas vivan en casas con acceso a agua potable y electricidad las 24 horas al día y de condiciones físicas que garanticen un techo de placa y piso cerámica o granito (algo que no ocurre en las barriadas de Venezuela). “No es posible hacer este tratamiento en casas con pisos de tierra o cemento”.

Sistema Sanitario en 40% de su capacidad

El sistema sanitario público (SSP) venezolano cuenta con una planta física de más de 200 hospitales que concentran más del 90% de las camas hospitalarias y de 4.000 centros ambulatorios en el país. Pero según el reporte, “durante dos décadas, el Gobierno revirtió la descentralización de estos centros de salud en 17 de los 24 estados”.

Por esta razón, hoy en día “más de 60% ha perdido gran parte de sus capacidades operativas debido al masivo retiro de personal de salud, la severa y permanente escasez de insumos y medicamentos, y la paralización de servicios, unidades y equipos esenciales para la atención de las personas usuarias”.

Programas suspendidos desde el año 2017

En particular, el Ministerio de la Salud (MPPS) es responsable del Programa Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos (PNDT) y del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT). Pero, “ambos se encuentran suspendidos desde 2017”.

Por otra parte, los tratamientos que requieren las personas en diálisis, las personas trasplantadas y con otras condiciones de salud que pueden producir problemas de insuficiencia renal, dependen del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).

El organismo tiene a su cargo un sistema de asistencia médica (SAM) con 35 hospitales y 57 ambulatorios en 21 estados del país. Pero “en el año 2000, una medida ejecutiva dictaminó que el SAM podía prestar servicios de salud ‘a toda la población del país’ sin requisito de contribución”.

“Tal medida requería hacer una reforma institucional y financiera del sistema de seguridad social conforme al artículo 86 de la Constitución que nunca llegó a realizarse. En el presente, casi todos los centros de salud del SAM se encuentran en severos problemas de funcionamiento al igual que los del SSP a nivel nacional”.

Te puede interesar: ONU confirma lo que todos conocen en Venezuela: “La salud está al borde del colapso”

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.