Papa Francisco ya tiene su avenida en Buenos Aires
La ordenanza de la Municipalidad de San Miguel de renombrar la avenida se hizo efectiva con la inauguración de una Placa en el Máximo el mismo día que la comunidad de Villa Trujui celebró las Fiestas Patronales de Santa María Madre del Pueblo Fiel de Dios, para la que se posesionó desde las distintas capillas del barrio con las imágenes patronales. La vida del Máximo, los años de Bergoglio en él, y la animación pastoral jesuita desde la década de los 60 han dejado una huella que va más allá de la elección pontificia del primer papa latinoamericano.
La pastoral jesuita no solo es responsable de la animación de Trujui, al que marcó mucho más allá de su vida religiosa, sino que ha atraído durante décadas a San Miguel, desde su propuesta formativa en el Máximo y su Facultad de Filosofía y Teología, la radicación en la zona de numerosas casas religiosas hoy en muchos casos funcionando como casas de retiros, que enviaban a sus religiosos en formación a estudiar allí. Se sumaban además seminaristas de distintas diócesis en años en los que el Máximo fue uno de los pulmones de formación religiosa de la Argentina, además de casa de estudio teológico y discusión académica de excelencia, años que hoy son rememorados en todo el país e incluso el continente por sus graduados.
Es que durante años el Máximo fue el único centro sudamericano en poder conferir los grados de Filosofía y Teología en los distintos niveles, desde bachillerato hasta licenciatura y doctorado.
En el trayecto de la ahora renombrada avenida Papa Francisco podrán darse intersecciones como Papa Francisco y Padre Ustarroz, ésta segunda en honor al padre Manuel ‘Manolo’ Ustarroz (1921-1988), quien fuera párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, incluso durante años bajo el impulso del joven entonces superior provincial Bergoglio, más joven que él.
Además, sobre Francisco Muñiz, a 500 metros de la desde noviembre avenida Papa Francisco, se encuentra la parroquia Patriarca San José, fundada por el mismo Jorge Bergoglio en el predio del Máximo, como recuerdan bien los alumnos de entonces, para facilitar la concurrencia de todos los vecinos del barrio y los barrios cercanos que acudían los fines de semana a las Misas celebradas en el Colegio.
San Miguel no sería lo mismo sin el Colegio Máximo, la Iglesia argentina no sería la misma sin lo que ha sido el Máximo, el Máximo no sería el mismo sin aquellos años de influencia del Padre Bergoglio, tanto como provincial como Rector, y desde la elección del Papa Francisco, la Iglesia Universal lleva algo de esa impronta del Máximo de San José.
Las facultades de Filosofía y Teología se encuentran en proceso de mudanza a Córdoba, pero desde sus instalaciones, por siempre Colegio Máximo, la Compañía de Jesús sigue acogiendo desde su Centro Loyola una multiplicidad de actividades abiertas para la comunidad para seguir abriendo las puertas, como dice una de sus propuestas, a un oasis ignaciano.
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