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Las torres medievales de Roma y sus historias

Aunque no lo creas en la época medieval, sólo en la ciudad de Roma llegó a haber más de 600 torres. Estas eran un distinción de la jerarquía de la nobleza romana, cuanto más imponente o bella era la torre, más importante se veía la familia.

Las torres comenzaron a construirse entre los siglos X y XI cuando las familias, después de haber dividido la tierra agrícola del campo romano y haber impuesto una organización típicamente feudal, comenzaron a tener la necesidad de defender los feudos y comenzaron a construir las torres que tenían una función principal de visualización y señalización de peligros.

Hasta hoy se preservan algunas, esas que se salvaron de las manos de Brancaleone degli Andalò, llamado a Roma por los conservadores para tratar de detener el acoso y la violencia desenfrenada del poderío de los nobles y comenzó por destruir su símbolo nobiliario, las torres.

Estas son algunas de las que podemos ver hoy:

Torre de los Anguillara

Esta se encuentra en la plaza G.G. Belli, zona Trastevere. Los Anguillara toman su nombre de su feudo cerca del lago de Bracciano; Su antepasado era un cierto Ramone que, según la leyenda, mató a un dragón aterrador que aterrorizó a Malagrotta; por gratitud, el Papa le dio toda la tierra que podía viajar en un día. La fortaleza sufrió varios contrariedades a través de los años y en 1913, el estadista  Sonnino, propietario del edificio en ruinas, lo restauró y lo confió a la Ente Morale Casa de Dante Alighieri .

Torre de los Schiavi

La torre ahora en ruinas se construyó sobre otras ruinas del Siglo III y fue utilizada como torre de vigilancia. En 1347 las tropas de Colonna, que venían de Palestrina a Roma para luchar contra Cola di Rienzo, acamparon en esta área.En 1571 la torre se convirtió en propiedad de la familia Vincenzo Rossi dello Schiavo y de ellos tomó el nombre de ‘Tor de ‘Schiavi’.

Torre de los Annibaldi

Esta torre data de principios del siglo XIII, se encuentra en uno de los tres picos de la colina del Esquilino. Un siglo después, con la decadencia de la familia noble, la torre se convirtió en parte del complejo fortificado de S. María en Monasterio. En el siglo XVI, la iglesia del castillo cayó en mal estado y la torre pasó a manos de los maronitas, que son los actuales propietarios . Esta torre era conocida en la Edad Media porque en ella clavaban las manos de ladrones, especialmente aquellos culpables de haber robado objetos preciosos de las iglesias.

Torre de los Borgia

La torre, tradicionalmente conocida como Borgia, perteneció originalmente a la familia Cesarini, fue construida en el siglo XII y en 1632, el área adyacente a la torre se vio afectada por la construcción de la iglesia y el convento de San Francisco de Paola, que se anexó a la torre misma convirtiéndola en un campanario

Torre Caetani

Esta torre data de la segunda mitad del siglo XIII, y formaba parte del llamado “Castillo Caetani”. El edificio, estaba ubicado sobre los Mercados de Trajano, que hoy es parte de un complejo que alberga el Ordinario Militar para Italia.

Torre de los Colonna

Construida a fines del siglo XII, la torre perteneció primero a los Colonna y luego a los Annibaldi, que todavía eran sus dueños en 1675. En la base hay tres fragmentos de frisos clásicos con relieves procedentes de los Foros Imperiales que representan: diques, cupidos y un torso varonil. Más arriba, otro relieve con una columna coronada recuerda la pertenencia a los Colonna.

Torre de los Conti

Fue Inocencio III que la hizo construir para su familia, es un ejemplo típico de una torre-casa. En la Edad Media, esta torre era conocida por su majestuosidad con el nombre de Torre Maggiore.

Torre Crescenzi

Esta es otro ejemplo de torre-casa que perteneció a la familia Crescenzi, se encuentra ubicada en el barrio de Ripa, muy cerca del I Municipio de Roma.

Torre de la Milicia

Construido en las faldas del monte Quirinale, es la torre más antigua de Roma. Dice la leyenda que desde esta torre Nerón observó el incendio de Roma. En realidad, la torre era parte de una fortaleza construida por Gregorio IX de los condes de Segni a principios del siglo XIII. Posteriormente pasó de mano en mano a varias familias de la nobleza romana y por las tantas batallas se la llamó torre de la milicia.

Torre Argentina

Primero esta torre se llamó Papito, nombre que deriva de la familia Papareschi. Formaba parte de un complejo más grande que descansaba en los templos de la época republicana romana.

En el s. XVI esta construcción medieval sufrió modificaciones por Giovanni Burkhardt de Estrasburgo (en latín Argentoratum), maestro pontificio de ceremonias. Y la torre del maestro de ceremonias de Argentoratum pasó a llamarse Argentina, que da nombre a la zona donde se encuentra la actual y muy importante área sagrada romana, llamada Largo di Torre Argentina.

Torre del mono

Esta torre se cree que fue erigida originalmente por Frangipane, que tenían propiedades en la zona. En el siglo XVI pasó a formar parte de la familia Scapucci que debido a un episodio sucedido en la familia que no terminó en tragedia pasó a denominarse del “mono”.

Según una famosa leyenda popular romana, luego inmortalizada por el novelista estadounidense Nathaniel Hawthorne (1804-1864), cuenta que la familia tenía un único hijo y que por mascota tenían un mono. Un día el mono tomó al bebé en sus brazos y gritando como un demonio lo llevó a la cima de la torre. Su padre estaba desesperado, en ese momento pidió ayuda a la Virgen para que el animal no dejara caer a su hijo. El padre fue escuchado y el mono se calmó y entregó el bebé sano y salvo. El padre en agradecimiento construyó un tabernáculo en la cima de la torre en honor a la Virgen y obligó a todos los futuros propietarios del edificio a mantener la lámpara siempre encendida frente a él, que hasta el día de hoy la podemos ver.

Torre de los Venti

O también llamada torre Gregoriana, esta se encuentra en los Jardines del Vaticano. Fue construida entre 1578 y 1580 por el arquitecto boloñés Ottaviano Mascherino, para favorecer los estudios astronómicos de la reforma del Calendario, encargada por el papa Gregorio XIII.

En 1891, León XIII, con un motu proprio, asignó a la torre de los Venti a la sede del Observatorio del Vaticano, una decisión que hizo necesario modificar el techo, reemplazándolo por una terraza plana para permitir observaciones astronómicas.

El erudito inglés Mastro Gregorio, en el siglo XII, da la definición más hermosa de las torres de Roma: “El panorama de toda la ciudad debe admirarse con un entusiasmo extraordinario, en el que tantas torres parecen espigas de trigo”.

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