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Seis nuevos seminaristas en Barcelona, y en ellos el rostro universal de la Iglesia

Les vi con unos gruesos libros llenos de cintas separadoras. Eran seis jóvenes y llevaban corbata. Eran los nuevos seminaristas del Seminario de Barcelona, el día del inicio de curso.

BARCELONA
Salvador Aragones-ALETEIA

En septiembre se ordenaron seis sacerdotes en el famoso templo de la Sagrada Familia obra del gran arquitecto Antoni Gaudí.

Con ellos estaba el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. La noticia no solo es que han entrado seis nuevos seminaristas o se han ordenado otros seis.

La noticia es que los seis nuevos seminaristas de Barcelona son vocaciones de catalanes, uno de origen español, tres de origen africano, uno chino y uno filipino. Todos ellos han hecho sus estudios en Barcelona desde la enseñanza primaria.

El cardenal Omella dijo que esto era un reflejo de la diversidad de personas que hoy existe en la arquidiócesis: “Hoy, más que nunca, se visibiliza que nuestro Seminario es un Seminario de la Iglesia universal” y además refleja la multiculturalidad que existe en la arquidiócesis, dijo.

Todos ellos, salvo uno, tienen estudios superiores. Este uno es precisamente Yago, de Barcelona. Tiene 18 años y quería estudiar Magisterio. Hablamos con él: ¿cómo tan joven?

Hijo de una familia católica, ayudó en la vida de una parroquia de Barcelona. Daba catequesis a los niños, participaba en los actos eucarísticos.

Un seminarista, Carles Bosch, ordenado sacerdote hace dos semanas, era su guía espiritual. Rezaba el rosario cuando iba a ver a sus amigos. (¿Te lo dijo alguien?, le pregunté. “No, nadie”, respondió).

Un día rezando le dio un extraño acaloramiento. Hizo dos veces el Camino de Santiago, con la diócesis y con la parroquia. Hizo peregrinaciones a Asís, a las Basílica del Nacimiento de la Virgen María de Mariazell… Le dio otra sacudida como la anterior.

Se aconsejó con el obispo auxiliar de Barcelona, Antoni Vadell, y todos le decían que rezara, y Yago le pedía al Señor luces: “¿qué quieres que sea?” Hoy está en el seminario. ¡Qué joven!

También hablamos con Armand (padre camerunés y madre española) de familia católica, de 25 años. Nacido en Barcelona, ha estudiado Ciencias Ambientales.

Era practicante, pero dijo “no” cuando le propusieron recibir el Sacramento de la Confirmación. Este “no” le creó una inquietud.

Vio una película sobre la vida de un sacerdote ejemplar (La última cima, de Juan Manuel Cotelo) y le llamó mucho la atención.

Encontró a una religiosa que no conocía de nada y le preguntó si quería ser sacerdote. Recibió la Confirmación a los 22 años. Desde entonces, con altos y bajos, pedía al Señor cuál sería su futuro. “¿Qué quieres de mí, Señor?”, decía.

Hizo el Camino de Santiago dos veces, y allí encontró a dos sacerdotes argentinos, que le ayudaron mucho a decidirse por el sacerdocio, porque eran un ejemplo.

“Gracias a su testimonio aumentó mi inquietud”, y “tras hablar con los obispos de Solsona y Barcelona, ha decidido entrar en el seminario de Barcelona”.

BARCELONA
Salvador Aragones-ALETEIA

Peter es originario de Kenia, pero desde los dos años vive en Barcelona. Fue adoptado por un matrimonio catalán, desde muy pequeño. “Son creyentes, pero no practicantes”, aclara.

Ha estudiado en Barcelona Educación Social. “Mi conversión ocurrió en un viaje que hice a la Virgen de Czestochowa” (Polonia).

Pertenece al Movimiento Comunión y Liberación y le impresionó mucho la muerte de un seminarista, Marcos, muy devoto.

Se dedicó a los más pobres ayudando a las religiosas de Madre Teresa de Calcuta de Barcelona. A los 30 años ha decidido entrar en el seminario.

El nuevo seminarista de origen chino, nacido en China, aunque desde los dos años vino con sus padres a Barcelona, no quiso hacer ninguna declaración. No es la primera vez que una persona procedente de este país declina hacer declaraciones. Quiere esperar. Se llama Weilian Lin, y ha estudiado el ciclo formativo de grado superior en Administración y Finanzas.

Los otros dos son: François N’konou, es licenciado en Filología Hispánica y en Pedagogía por la Universidad de Lokmé (Togo), y el filipino Lee Endreal, que ha estudiado dos años de Filosofía en la Universidad de Navarra.

En el acto de inicio de curso, el cardenal Omella dijo a todos los 40 seminaristas presentes, nuevos y viejos: “Vosotros, si no tenéis la pasión por Cristo, lo demás sobra. Tenéis que ser para todos. Apasionados por Cristo. Lo hemos de llevar a la gente, pero antes lo tenemos que llevar nosotros”.

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