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Pesadilla antes de Navidad: afortunadamente, todo salió mal

Habría muchas cosas que decir, antes de empezar a hablar de Pesadilla antes de Navidad. La primera, por ejemplo, a pesar de ser una película que en principio ensalza una fiesta pagana, en realidad está repleta de valores muy acordes con el cristianismo.

Segundo, aunque es un film presentado bajo el paraguas de Disney, la película es en realidad una ilusión personal de Tim Burton, que años atrás trabajó en Disney y que fue invitado a abandonar los estudios por sus ideas demasiado extravagantes. De hecho la película fue distribuida por Disney cuando se cortaron sus escenas más oscuras.

Otra cuestión interesante sobre esta película es que a pesar de venir firmada por Henry Sellick (oficialmente, el director del film), Pesadilla antes de Navidad es una película que brotó, se desarrolló y se estrenó como una concepción personal de Tim Burton.

Y otra idea importante, aunque el film lleva en su título el término “Navidad”, la película se ha convertido por derecho propio en una propuesta obligada tanto para esta fiesta como para Halloween.

Dicho todo esto, conviene tener también en cuenta que Pesadilla antes de Navidad es un film artesanal en el sentido último del término, teniendo en cuenta que es un stop-motion, es decir, muñecos que se mueven fotograma a fotograma y que supuso en 1994 una media de 70 segundos de película por semana de rodaje. Una locura.

Pero antes que nada, pongámonos en antecedentes. Pesadilla antes de Navidad nos cuenta la historia de  Jack Skellington, el rey de la festividad de Halloween que un día, cansado de celebrar, año tras año la misma historia, descubre la fiesta de la Navidad.

Llegados a este punto Jack decide secuestrar a Papa Noel para llevar a cabo él mismo y “a su manera”, la fiesta de la Navidad. Obviamente nada sale bien. El film nos relata como Jack trata de hacer lo mejor por una fiesta que no conoce, razón por la cual, todo saldrá mal. Esto no es ninguna sorpresa.

La cuestión es que Pesadilla antes de Navidad, a pesar de su punto de partida abiertamente pagano, en un film que está profundamente hundido en valores muy cristianos.

De entrada, Jack Skellington se empeña en hacer algo para lo que no fue concebido. Una cuestión fundamental a la hora de hablar de cuál es nuestro papel en el mundo. Jack sabía cuál era su papel pero en algún momento, por alguna razón, perdió el norte. Algunos de los personajes que acompañan a Jack, sobre todo Sally, tratan de hacerle ver que se está metiendo en un camino que no es el suyo, pero Jack está cegado.

A mí Pesadilla antes de Navidad siempre me ha parecido una película cobre cuál es nuestro papel en el mundo. El film parte de la premisa de que sabemos qué hacemos en este mundo y cuál es nuestro fin. Creo que la película de Tim Burton viene a decirnos algo parecido a que no abandonemos el camino del hombre recto cuando ya lo hemos conocido.

A veces el tedio, el cansancio o el aburrimiento (sentimientos muy humanos), nos pueden hacer caer en la tentación de cambiar radicalmente nuestro destino, cuando es evidente que íbamos en la dirección correcta.

Creo que Jack Skellington cayó en la tentación de cambiar el rumbo de su vida porque se aburrió, y se dio de narices con la evidencia. Continuamente nos invitan a que provoquemos giros radicales a nuestra vida sin sopesar si lo que nos estamos planteando está bien. En un mundo llego de esqueletos y brujas, el rey de la noche de Halloween se dio cuenta de que él solo sirve para provocar miedo.

Puede que no sea un gran papel, o tal vez sí, pero sin duda es un lugar en este mundo y puede que no haya cosas más valiosas en este mundo terreno que tener un lugar bien definido. Jack lo tuvo y se lo jugó todo a una ficha. Afortunadamente, todo salió mal.

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