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McCarrick: “No soy tan malo como me pintan”

Quizá sea la edad, 89 años, pero el ex cardenal de la Iglesia católica, ex arzobispo de Washington, hoy reducido al estado laical por el Papa Francisco, Theodore McCarrick, dijo a la revista digital Slate que él se considera inocente de los cargos de de abuso sexual en su contra, tras una investigación realizada por el Vaticano.

Con la suficiente ambigüedad que le dio el trato con políticos de altísimo nivel a lo largo de su ministerio episcopal, McCarrick le dijo a la periodista Ruth Graham que no creía haber hecho las cosas de las que lo acusaron.

Al preguntarle si esa ambigüedad (no creer, no recordar bien, no estar muy seguro) dejaba la puerta abierta a las acusaciones en su contra, el ahora laico McCarrick respondió, simple y llanamente, que no.

Casi con socarronería o con algún extraño dejo de humildad, el ex cardenal estadounidense, pieza clave de las acusaciones del ex nuncio en Washington Carlo Maria Viganó en contra del Papa Francisco, dijo a Graham: “No soy tan malo como me pintan”.

Eso es algo horrible

El largo artículo publicado por Slate el pasado 3 de septiembre, es fruto de varios días de estadía en el convento capuchino de Victoria, en el Estado de Kansas, y con sus moradores (capuchinos de edad avanzada), donde McCarrick permanece en retiro, aislado de todo contacto con el mundo exterior, en oración y penitencia.

En la pequeña sala de visita del convento donde pasa sus días, McCarrick negó haber abusado, por ejemplo, de uno de sus acusadores, James Grain, quien dijo que lo había manoseado en el confesionario.

“Lo de la confesión, es algo horrible (…) Fui sacerdote durante sesenta años, y nunca hubiera hecho algo así (…) Eso fue horrible, tomar el sacramento sagrado y convertirlo en algo pecaminoso”, dijo el ex cardenal, quien lleva viviendo en Victoria cerca de un año.

Siempre defendiendo su inocencia, McCarrick le confió a la periodista de Slate que los ex seminaristas que afirman haber sido obligados a compartir la cama con él en una casa de playa en Sea Girt, Nueva Jersey, “fueron alentados” a hacer esas acusaciones por algunos de sus “enemigos”.

Trata de ser útil

Sobre las acusaciones vertidas en su contra –y en contra del Papa Francisco—por parte del arzobispo Viganó, en el sentido de que fue encubierto e incluso promovido por el Vaticano—McCarrick dijo a la reportera de Slate que creía que Viganó estaba hablando “como representante de la extrema derecha”.

De nuevo, acudiendo a un lenguaje sumamente ambiguo, el ex cardenal matizó sobre los dichos de Viganó:”No quiero decir que es un mentiroso, pero creo que algunos de los obispos han dicho que no estaba diciendo la verdad”.

Entre otras cosas, McCarrick confesó a Graham que le tiene afecto y respeto al Papa Francisco; que los capuchinos lo han tratado bien; que no sabe cuántos años tiene su calendario; que recibe poco correo, tiene poco dinero, trata de ayudar a quien puede y que él hace todo lo posible por aceptar donde está

“No tengo mucho dinero, pero trato de ser útil. Es lo que se supone que debes hacer”, terminó diciéndole a Graham, en una entrevista que hoy ha sido el centro de los reportes de los medios católicos y de muchos medios seculares en Estados Unidos.

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