El suicidio es ya la décima causa de muerte en Estados Unidos: ¿cómo enfrentarlo?

El último informe disponible de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos muestra que en 2016, casi 45.000 estadounidenses de diez años o más murieron por suicidio.

Así las cosas, el suicidio es ya la décima causa principal de muerte y es una de las tres causas principales que están en aumento, según los CDC.

¿Cómo se llega a tomar la decisión de suicidarse?

Según el informe de los CDC, el suicidio “rara vez es causado por un solo factor”.

Hasta ahora, los esfuerzos de prevención del suicidio se han centrado, en gran medida, en identificar y proporcionar tratamiento a las personas con problemas de salud mental, pero existen muchas oportunidades adicionales para la prevención.

Según la directora adjunta principal de los CDC, Anne Schuchat, desde individuos y comunidades hasta empleadores y profesionales de la salud, “todos pueden desempeñar un papel en esfuerzos para ayudar a salvar vidas y revertir este preocupante aumento del suicidio”.

Los investigadores de los CDC encontraron que más de la mitad de las personas que murieron por suicidio no tenían una afección de salud mental diagnosticada en el momento de la muerte.

Problemas de relación o pérdida, abuso de sustancias; problemas de salud física; y el estrés laboral, monetario, legal o de vivienda a menudo contribuía al riesgo de suicidio.

Las armas de fuego fueron el método más común de suicidio utilizado por aquellos con y sin una condición de salud mental diagnosticada conocida, dice el informe de los CDC.

Los cinco pasos

Diversas organizaciones han realizado un kit con los cinco paso que pueden ayudar a alguien que es suicida o que tiene pensamientos suicidas. Son válidos para todos los países y todas las circunstancias, aunque están elaborados para Estados Unidos:

1. Preguntar. Al hacer la pregunta: “¿Estás pensando en el suicidio?”, se comunica que estás abierto a hablar sobre el suicidio de una manera sin prejuicios y de apoyo.

2. Mantenerlos a salvo. Después del paso “Preguntar” y una vez determinado que realmente se está hablando del suicidio, es importante averiguar algunas cosas para establecer la seguridad inmediata de la persona.

3. Estar ahí. Podría significar estar físicamente presente para alguien que tiene tendencia suicida; hablar con él por teléfono cuando pueda, o de cualquier otra manera que demuestre tu apoyo a la persona en riesgo.

4. Ayúdalos a conectarse. Ayudar a alguien con pensamientos suicidas a conectarse con apoyos continuos puede llevarlos a establecer una red de seguridad para esos momentos en que se encuentran en una crisis.

5. Darle seguimiento. Después del contacto inicial con una persona que experimenta pensamientos suicidas, y después de haberlos conectado con los sistemas de apoyo inmediatos que necesitan, asegúrate de hacer un seguimiento con ellos para ver cómo están.