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¿Corren peligro las pensiones en España?

Uno de los convencimientos populares más asentados en España tras la crisis, es que el sistema de pensiones español se encuentra en peligro de quiebra y que cuando vayamos a jubilarnos no quedarán fondos.  Esto provoca un temor que induce a una planificación demandando productos financieros específicos como planes de pensiones. No obstante, es necesario clarificar los falsos mitos que se han forjado  para evitar confusiones y facilitar que la gente pueda tomar sus decisiones de la forma más acertada y con información más completa posible.

Uno de los anuncios que más ha calado al respecto es que durante el 2017 lo que se llama la hucha de las pensiones va a quedar agotada. Pero la hucha de la pensiones no es en absoluto el sistema de pensiones y que se vacíe no implica que no vaya a haber pensiones. El desconocimiento de lo que es la hucha de las pensiones de una parte y por otra, cómo funciona nuestro sistema de pensiones  facilita la confusión.

En primer lugar hay que entender que el sistema español de pensiones es un sistema de reparto y no de capitalización. Esto significa que nuestra paga de jubilación no es el dinero que nos detraen de nuestro sueldo cada mes y que se mete en una hucha. Eso sería un sistema de capitalización y es el que se utiliza para los planes de pensiones privados.

El sistema español de pensiones consiste en que las pensiones de hoy son sufragadas con las cotizaciones de los que hoy están trabajando. Es una transferencia intergeneracional bajo el acuerdo tácito de que los que hoy contribuyen siendo jóvenes, cuando se jubilen tendrán una paga mensual sufragada por los que en ese momento estén trabajando.

Por lo tanto, la sostenibilidad del sistema de pensiones nada tiene que ver con una hucha de pensiones que se vaya a agotar, sino con el número de trabajadores en el futuro, sus rentas y el número de pensionistas. Por esto mismo, las reformas que se plantean del propio sistema están relacionadas con el ratio futuro de pensionistas/ trabajadores y la edad de jubilación.

Entonces, ¿por qué se habla tanto de la hucha de las pensiones? Porque efectivamente, al margen del sistema de pensiones descrito existe desde el Pacto de Toledo de 1995 un Fondo de Reserva de la Seguridad Social que inició su andadura en el año 2000 como fondo soberano en el que el Estado ha ido haciendo aportaciones para disponer de un colchón de dinero que ayude al sistema de pensiones en momento puntuales que pudieran aparecer problemas de tesorería. Es decir, el Estado creó una hucha para garantizar el sistema público de pensiones ante posibles descuadres de caja (por ejemplo de pagas extraordinarias).

En la siguiente tabla se puede ver el estado de la hucha de las pensiones desde el año 2000 hasta el 2017. Se especifican los millones de euros de las aportaciones del Estado de cada año y el total acumulado.

Lo que se puede constatar es que durante los años de bonanza económica el Estado iba contribuyendo a la hucha. Incluso cuando estalló la crisis en el 2008 todavía se dieron importantes aportaciones.

No obstante, desde el cambio de gobierno se puede apreciar cómo en el 2012 se comenzaron a realizar extracciones importantes de esta hucha. Sólo con lo que se retiró desde el año 2012 al 2015, el fondo se redujo a la mitad. Con los dos últimos años, aunque el Gobierno hace gala de buenas perspectivas económicas, lo cierto y verdad es que han acabado por agotar el fondo. Se prevé que en diciembre de 2017 la hucha de las pensiones esté en números rojos. Por lo tanto,  si la paga extraordinaria de diciembre de 2017 excede la capacidad de pago por las cotizaciones de los actuales trabajadores, no se podrá pagar puesto que no habrá hucha de la que tirar. 

En consecuencia, ¿el agotamiento de la hucha de las pensiones pone en jaque las pensiones futuras? No. Pero, ¿afectará al pago de la extraordinaria de diciembre de los pensionistas? Sin lugar a dudas, si antes no se lleva a cabo alguna medida correctora.

La solución propuesta por el Gobierno para este problema consiste en emisión de deuda y es que parece que el electorado no lo entendió muy bien cuando en campaña electoral aseguraban que lo prometido era deuda. Desde luego que sí que lo era, la deuda pública ha ido ascendiendo hasta el 100% del PIB.

Otras fuerzas políticas proponen que se recuperen las ayudas a la banca que se otorgaron para el rescate financiero. La cantidad más inmediatamente rescatable serían unos 61.366 millones de euros según el Banco de España.

No obstante, esto permitiría en el mejor de los casos redotar la hucha para acabar vaciándola a este ritmo al cabo de unos cuatro o cinco años.  Y es que tal vez, mientras solucionamos en el corto plazo el problema de la hucha de las pensiones, deberíamos ir tomando medidas para la sostenibilidad de un sistema de pensiones que no puede ir tirando de esta hucha con la intensidad con la que lo ha hecho estos años.

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