La obra maestra de Rossini que se volvió su testamento espiritual

Rossini se dedicó después del éxito de Guillermo Tell a la composición de la música de cámara y sacra. Entre sus mejores obras maestras está el Stabat mater compuesto en 1841 y la Petite messe solennelle compuesta en 1863, una obra maestra para aquellos años, una melodía que fue evaluada como obra maestra Rossiniana. Una música moderna que da vida a una nueva dirección estética. 

Fue ejecutada por primera vez en París, en la capilla de familia de la condesa Louise Pillet-Will, esposa del banquero Pillet-Will.

La Petite messe, puede ser considerada el testamento espiritual de Rossini, quizá como un presagio de su muerte. Él escribió: “Buen Dios, mira terminada esta humilde y pequeña misa. Esta que he hecho, ¿es música bendita, o sólo es bendita música? Nací para la obra cómica, lo sabes bien. Poca ciencia, un poco de corazón, nada más. Bendito seas y concédeme el Paraíso”. – Gioachino Rossini, Passy, 1863.