Header Ads

Encendiendo el fuego en los nietos

Todos hemos escuchado más de una vez que los padres están para educar y los abuelos para malcriar… total, ya hicieron el trabajo duro con sus propios hijos y ahora es tiempo de disfrutar con los más jóvenes de la familia. Si bien es cierto que los primeros educadores de cualquier menor son sus padres, los abuelos, por la misma razón que no son responsables directos de velar por lo cotidiano en sus nietos, tienen una gran oportunidad de enseñarles algo que no es tan fácil de aprender: a encender el fuego del espíritu para valorar lo bueno y lo verdadero, para así hacer las cosas con pasión.

La mayoría de los abuelos tiene un rol subsidiario en la relación con sus nietos. Es decir, el abuelo o la abuela no es el directo responsable de la educación de su nieto. Suele suceder que comparten algún tiempo de juego u ocio con ellos, sea porque se les encomendó un cuidado esporádico o porque están en una visita de rutina. Por eso, las horas que pueden pasar con los chicos es una excelente ocasión para ayudarlos a ser mejores personas, a encontrar la motivación en sus propios corazones y no sólo en gratificaciones externas, y para aprender a valorar la verdad, la belleza y las buenas costumbres.

El mejor profesor no es el que repite en orden lo mismo siempre. Tampoco es, necesariamente, el mejor expositor. El mejor maestro es aquel que mueve los corazones de los alumnos y logra despertar el hambre por conocer, el deseo de cultivarse como personas. Sin duda, son tareas que un abuelo con ganas y pasiones puede lograr en cada uno de sus nietos.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.