El Papa en Milán, entre la periferia y la cárcel
Una visita entre la periferia este de Milán y la cárcel de San Vittore, el encuentro con los religiosos y las religiosas, el Ángelus con los milaneses en la plaza del «Duomo», la gran misa para los fieles en el parque de Monza y, para concluir, antes de volver a Roma, la cita con los chicos de la confirmación en el estadio de San Siro. Es un programa muy apretado el que Papa Francisco tendrá en Milán el próximo 25 de marzo. Dio a conocer todos los detalles del viaje este 17 de noviembre el cardenal Angelo Scola, durante una conferencia de prensa.
«Quiero expresar un gracias profundo al Papa por esta decisión —dijo el arzobispo de Milán. Eran muchas las ciudades europeas que la habrían deseado. Para nosotros es un signo de gran afecto y benevolencia, y queremos responder de la mejor manera que somos capaces. La visita también es un don para Milán como metrópolis y para todas las tierras ambrosianas». Scola explicó que el Papa tiene una forma de testimoniar la fe que involucra incluso a los que están lejos también a los hombres de otras religiones. «Una apertura a 360 grados —añadió—, un magisterio que pasa mucho a través de los gestos y de las imágenes, no solo a través de las palabras, como, en cambio, estamos acostumbrados nosotros los europeos, herederos de visiones intelectuales y doctrinales». Scola también subrayó, citando un episodio evangélico, que como Jesús «habla con autoridad, no como los escribas. Si hay un Papa que se relaciona con eso que dice es este».
Después de llegar a las 8 de la mañana al aeropuerto de Linate, papa Francisco se dirigirá a una zona cercana en la periferia de Milán, la de las «Casas Blancas», un complejo de edificios, construido en los años 70 y hoy muy descuidado, que se encuentra en donde estaban antes las «Casas Mínimas» que fueron construidas en los años 30 para los más pobres. En las «Casas Mínimas», principalmente de una habitación, vivían 500 familias afectadas por el desempleo que se extendió tras la caída de Wall Street en 1929; también fueron alojadas allí algunas personas que se oponían al régimen fascista, para mantenerlas en la extrema periferia de la ciudad. En la actualidad, muchas de las «Casas Blancas» están ocupadas, hay un campo de nómadas en las cercanías y es muy significativa la presencia de migrantes musulmanes. Francisco visitará este barrio para encontrarse con dos o tres familias en sus respectivos departamentos.
Desde allí, el Papa se dirigirá en coche hacia el «Duomo», la catedral de Milán, en donde visitará el «Scruolo» de San Carlos y, a las 10 de la mañana, se reunirá con los sacerdotes, con los consagrados y las consagradas para responder a algunas de sus preguntas. El final del encuentro Francisco recitará fuera de la catedral la oración del Ángelus y bendecirá a los milaneses que se encuentren en la Plaza. Allí mismo serán entregadas las llaves de los primeros 50 departamentos que la diócesis y la Caritas han encontrado y restaurado para alquilarlos «a precios hipermódicos —dijo Scola— a familias en dificultades». Después, alrededor de las 11.30, el Papa se dirigirá a la cárcel de San Vittore, en donde, en compañía del cardenal Scola, se reunirá y saludará a algunos de los detenidos. Visitará incluso algunas de las celdas y después almorzará con un centenar de presos dentro de la estructura penitenciaria. «La visita durará casi dos horas y no se encontrará con menos de 400 detenidos —explicó Scola—, entrará a celdas particularmente “delicadas”».
Por la tarde, después del almuerzo, se dirigirá al parque de Monza, en donde se llevará a cabo la misa para los fieles de Milán y de la región de Lombardía. Se espera la participación de un millón de personas. La celebración será a las 15 hrs. Al concluir, Francisco volverá a la ciudad para dirigirse al estadio de San Siro, lugar tradicionalmente conocido por el encuentro anual del arzobispo con los jóvenes que recibieron o que recibirán durante el año la confirmación. Bergoglio responderá a las preguntas de uno de ellos, de un catequista y de un padre de familia. Después volverá al aeropuerto de Linate para abordar el avión, alrededor de las 18.30, que lo llevará nuevamente a Roma. El Papa, pues, estará en la ciudad de Milán durante 10 horas y media.
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