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El creador del Wall-E boliviano, un héroe para su comunidad

Limpiar la basura de la Tierra luego de que fuera destruida y abandonada por el ser humano en un futuro lejano. Eso es lo que hacía el simpático y famoso robot Wall E, el protagonista animado de una película dirigida por Andrew Stanton y producida por Walt Disney Picture y Pixar Animation Studios en el año 2008.

La historia de Wall E enamoró a chicos y grandes, pues se convirtió -con la colaboración de EVA, otro robot tipo sonda enviada para investigar si hay indicios de vida en la Tierra-en un héroe que se lanzó a una aventura personal. Es que EVA logró su objetivo con el hallazgo de una planta que la llevó a abandonar la Tierra. Pero Wall E la siguió al espacio exterior y, sin buscarlo, de alguna manera terminó colaborando con la salvación de la naturaleza y de la humanidad.

Fue precisamente este pequeño robot quien inspiró al joven boliviano aimara Esteban Quispe a desarrollar un prototipo similar con piezas recicladas de la basura. Su invención generó repercusión y hasta llegó a ser reconocido como “el genio boliviano de la robótica”, indica la agencia EFE.

A raíz de esta fama le ofrecieron una beca en una universidad privada en La Paz para continuar con sus estudios, pero de momento decidió de forma temporal dedicarse de lleno a trabajar en invenciones en pos de su comunidad, en el pueblo boliviano de Patacamaya.

Debido a sus características y potencial creativo, el Banco Interamericano de Desarrollo lo invitó hace poco a participar del evento “Demand Solutions” (Ideas para mejorar vidas). Incluso, la empresa Google le ofreció visitar sus instalaciones en EEUU y demostró interés en sus proyectos. Pero Esteban ahora está enfocado en otra cosa y su trabajo enclavado en su pequeño y humilde taller.

“Hay muchas personas que tienen conocimiento, pero pocos hombres tienen inteligencia para buscar estrategias que ayuden a su comunidad y yo quiero ayudar a mi comunidad”, expresó el joven.

La falta de recursos de su familia generó que Esteban comenzara de pequeño a fabricarse los suyos propios.  Luego creció y se hizo famoso con lo de Wall E. Ahora, en su deseo de ayudar a su comunidad, está inmerso en proyectos que pretenden subsanar las necesidades de la agricultura con la tecnología.

Lo más inmediato consiste en la creación de un robot agricultor, de nombre Quichu, cuya principal función será la de sembrar. El prototipo estará listo en 2017.

Otra de sus preocupaciones tiene que ver con la corriente eléctrica y que llegue al área rural. “Las personas de las áreas rurales necesitan apoyo. Lo que tendríamos que hacer es darles corriente eléctrica porque si tienen corriente eléctrica, tienen Internet y si tienen Internet, tienen información”.

Los sueños y las ilusiones de Esteban se mantienen vivos y ahora está dedicado a pensar en su comunidad volcando toda su creatividad en ese sentido. Esteban también da clases de robótica para jóvenes con el objetivo de poder inspirar a otros de su entorno.

De esta manera, al igual que Wall E, el robot que lo lanzó a la fama, Esteban también se embarcó en una aventura personal. Y de forma similar a Wall E, Estaban nunca pretendió salvar al mundo. No obstante, de forma indirecta, ya se convirtió en un héroe y se ganó el cariño de la gente. Igual que Wall E.

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