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9 cosas que hacer antes de irse a acostar

Dificultad para llevar a cabo nuestras tareas cotidianas, peligro de dormirnos o tener peores reflejos al volante… la falta de sueño es un problema que hay que tomarse muy en serio.

Es más, el descanso puede considerarse una acción divina. Recuerden Génesis 2,3: “Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora”. Reposar no es más que recuperar fuerzas para poder reanudar mejor la jornada próxima. Es también un acto de humildad, de libertad y de confianza en Dios, nuestro Padre.

Un buen descanso es importante para el combate espiritual

No es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en la lucha espiritual, pero descansar es un elemento muy importante. La falta de sueño disminuye nuestras defensas y nos hace más vulnerables a todo tipo de tensiones, irritaciones y tentaciones.

La lucha por intentar dormir bien puede conducir a las personas a depender de somníferos, drogas o alcohol. No es de extrañar que la falta de sueño afecte a la salud mental y pueda conducirnos a la depresión o a la toxicomanía.

Un buen sueño puede depender de numerosos factores, como los hábitos alimentarios, la actividad física y la oración. Tener buena salud les ayudará a dormir mejor por la noche.

Antes de analizar sus hábitos cotidianos, aquí tienen algunas cuestiones importantes que tener en cuenta:

Comiencen a prepararse 30 minutos antes de ir a dormir

¿Cuántas veces han respondido a los últimos correos electrónicos del día justo antes de irse a dormir? Y luego, se metéis en la cama y… ¡sorpresa! Su cerebro sigue trabajando y no pueden conciliar el sueño.

Peter Litchfield, en su libro Six Steps to Sleep [Seis pasos para dormir] propone: “Comiencen a prepararse 30 minutos antes de ir a dormir. Tómense su tiempo. No se presionen. Cumplan con al menos cuatro de las actividades que les propongo. Sean metódicos y disfruten de los últimos momentos de la jornada”.

Peter Litchfield afirma que es importante repetir las mismas actividades todas las tardes. La rutina fomenta que el cerebro se ponga en modo “vigilia”, menos alerta, así reduce la actividad cerebral y se relaja más fácilmente.

9 consejos antes de ir a dormir

Cada uno tiene un estilo de vida particular. Les propongo que incluyan en sus hábitos nocturnos algunos de estos elementos, según sus posibilidades:

El orden exterior contribuye al orden interior. Asegúrense de que sus asuntos estén en orden y preparen las cosas que necesiten para la mañana siguiente.

¿Recuerdan como era “la hora del baño” de pequeños? Peter Litchfield dice que también es un momento excelente para los adultos. De pequeños, la hora del baño era el momento de prepararse para ir a la cama. Después del baño, nos poníamos el pijama, la última acción del día. Esta rutina, profundamente arraigada en nosotros, puede emplearse siendo adultos para desencadenar una asociación ducha-sueño. “Aséense” de su jornada con una ducha o un baño calientes. Piensen en esta actividad no solo como una forma de eliminar la suciedad del cuerpo, sino también el estrés de su mente. Es esencial trazar una línea mental entre el día y la noche.

“Un estudio médico ha revelado que la camomila puede reducir el nivel de ansiedad en los seres humanos”. Un estudio de 2011 publicado en la revista Emotion sugiere que las bebidas calientes pueden ayudar a las personas a sentirse menos solas y más seguras: dos factores que pueden contribuir a un sueño apacible.

¿Les sucede frecuentemente que el techo de la habitación de repente se llena de imágenes que les recuerdan todas las cosas que les quedan por resolver? Todos los pequeños miedos y las angustias que han conseguido guardar bajo la alfombra durante el día, salen a la superficie en el momento de acostarse.

Escribir en un cuaderno nuestros pensamientos puede ayudarnos a encontrar la paz después de un día agitado. Peter Litchfield recuerda que: “Escribir en una página en blanco ayuda al cerebro a alcanzar un estado de claridad mental y nos permite avanzar. Las cosas pueden parecernos más claras y más sencillas cuando las tenemos delante de los ojos”.

Intenten recorrer mentalmente su jornada y piensen en qué les podría haber dicho Dios en determinados momentos. Recuerden sus pequeñas victorias y fracasos. Tomen nota mental o hagan una lista escrita de algunas de sus debilidades o pecados, los que parezcan repetirse, y guárdenlos para su próxima confesión. En definitiva, pónganlo todo en las manos del Señor, y cuando tengan oportunidad reciten la oración del recaudador: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” (Lc 18:13).

Si tienen tiempo, pueden añadir a su diario personal y su examen de conciencia esta oración para antes de dormir.

Elijan lecturas que no estimulen excesivamente su cerebro, como historias que alejen a la mente de los problemas de la vida cotidiana.

Para los que tengan problemas para conciliar el sueño, lo peor que pueden hacer es angustiarse por el hecho de no poder dormir, porque así se entra en un círculo vicioso. Aquí tienen algunos consejos:

He aquí algunos consejos para las parejas casadas:

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