Samy Schwartz, el fotógrafo judío del Papa Francisco en Bolivia

Samy dice que siempre ha logrado lo que se propone, sin importar lo arriesgado o costoso que sea, para el objetivo de su cámara.

Cuando se enteró que el Papa Francisco vendría a Bolivia se empeñó en seguir la estancia con su cámara para que el país se sintiera orgulloso.

Samy prefiere la moto que le permite  realizar su trabajo y “colarse” con mayor facilidad y rapidez; él quiere registrar con su cámara hasta el más mínimo detalle 

Estudió ingeniería en Israel y fue exitoso comerciante de tecnología. Pero nunca abandonó la fotografía y aprovechaba sus vacaciones para visitar lugares y acontecimientos exóticos. Por ejemplo, fue el primer fotógrafo en llegar a la entifada de Gaza, o estuvo en Nicaragua con la caída de Somoza o en Panamá con la de Noriega, o se disfrazó de bombero para poder fotografiar a Shakira. Sufrió censura, violencia y amenaza física por querer publicar lo que a algunos no les convenía.

Judío de religión y respetuoso con todas las religiones

Comparte con el Papa Francisco la amistad con el rabino Abraham Skorka y la actitud del Papa ante el atentado a ala Asociación Mutual Israelita en Argentina.

Samy ve a Francisco como el “Papa que va unir, no solo a los católicos sino a todos”
 
Cuando envió su candidatura como fotógrafo a la Conferencia Episcopal Boliviana, le dijeron que no era el único candidato, que estaban evaluando las distintas solicitudes; pero el no cejó llamando cada semana y presentando uno de sus trabajos más llamativos, del que realizó un álbum fotográfico cuyos beneficios destinó, casi la mitad, a dos niños de una familia muy necesitada de una tribu indígena chimán.
                                                                                
Samy, necesitaba muy especialmente que la respuesta del Vaticano fuera positiva porque necesitaba que su propia familia se sintiera orgullosa de su trabajo y especialmente su padre, Motel Schwartz, sobreviviente del holocausto judío.

Por desgracia su padre falleció dos días antes de la confirmación del Vaticano y Samy cuenta muy emocionado que su padre, un día antes de fallecer, se había congratulado con él y su trabajo. Como le dijo su madre, ahora tienen a alguien intercediendo por ellos en el cielo.
 

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