La violencia en Oriente Medio también causa graves daños al patrimonio cultural
En mayo de este año el EI se acercó a las afueras de Palmira, en Siria, reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, por contar con vestigios de las culturas persa y greco-romano.
El pasado 26 de febrero los yihadistas destruyeron numerosas obras de arte en el Museo de Mosul, entre ellas grandes estatuas de Hatra, sitio arqueológico declarado patrimonio mundial, así como artefactos únicos procedentes de la provincia de Nínive, muchos de ellos pertenecientes al siglo VII a. C.
Días antes los extremistas volaron por los aires la biblioteca central de Mosul, destruyendo de esa forma más de 10.000 folios valiosos.
De los seis monumentos que en Siria han sido declarados "Patrimonio de la Humanidad" por la Unesco, cinco han sido seriamente dañados por la guerra.
A todo esto hay que añadir los numerosos templos cristianos dañados o destruidos.
La Coalición Mundial "Unidos por el Patrimonio", busca reforzar la movilización de los gobiernos y del conjunto de la comunidad para responder a los daños infligidos al patrimonio cultural, en particular en Oriente Medio.
La iniciativa fue lanzada por la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, durante una reunión sobre el tema en la ciudad alemana de Bonn (oeste).
La amenaza es mundial y la respuesta también debe serlo. Precisa de una mayor coordinación de los servicios nacionales y de intercambios de información entre Estados. En asuntos como éstos, nada puede sustituir a la acción de los gobiernos, subrayó Bokova.
A su juicio, el principal desafío consiste en lograr que todos los interlocutores comprometidos en esta lucha trabajen juntos: los cuerpos de policía, las aduanas, los museos, los gobiernos, el mundo de la cultura, los organismos humanitarios y de seguridad, la sociedad civil y los medios de comunicación.
Para responder a los nuevos desafíos del extremismo violento hay que crear nuevas alianzas.
En el encuentro también se adoptó la Declaración de Bonn sobre el Patrimonio Mundial, que condena los ataques bárbaros, la violencia y los crímenes perpetrados en estos últimos tiempos por el llamado Estado islámico contra el patrimonio cultural en Iraq, según un comunicado divulgado por la Unesco, con sede en París.
El documento recoge la preocupación por otros sitios como Palmira, en Siria, o la Ciudad Vieja de Saná, en Yemen. Recomienda que se integre la dimensión cultural en los esfuerzos de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas cuando sea necesario.
Además exhorta a que la Unesco coordine la respuesta internacional relativa a la protección del patrimonio en situación de conflicto o de catástrofe natura
Para ayudar a enfrentar este drama cultural, "Ciberarqueólogos" de Europa han comenzado a reconstruir los monumentos que fueron destruidos por el Estado Islámico (EI) a partir de fotos digitalizadas que sirven de modelo para posteriores reconstrucciones en 3D.
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