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Donald Calloway: De encarcelado reiteradamente a convertirse en sacerdote

Pasó su juventud entre drogas, delitos, robos y prisiones. Hoy lleva sotana y de aquella vida sólo queda el surf cuando lo permiten sus conferencias en todo el mundo. Su vida fue transformada por el amor de Dios leyendo un libro sobre las apariciones de la Virgen María en Medjugorje que ni tan siquiera entendía
 
Desde hace unos meses, en las librerías norteamericanas se encuentra una obra, No turning back. A witness to mercy [No hay vuelta atrás. Un testimonio de la misericordia], cuyo autor es de los que tienen una vida que contar. Se trata del padre Donald H. Calloway, que narra en él de forma pormenorizada la historia de su conversión.
 
No es la primera vez que lo hace, y de hecho recorre el mundo con esa misión. Su agenda de conferencias, disponible en su página web, está repleta para 2011 y 2012, y ya hay algunas anunciadas para 2013 y 2014. La cubierta del libro le muestra como es hoy: con sotana, rosario en mano, junto al mar y con la tabla de surf, su gran pasión, a los pies (un cura «muy americano»).
 
En la década de los ochenta la vida de Calloway hacía presagiar poco su futuro.
Su vida estaba, como ha confesado en alguna entrevista, «en espiral descendente». Familia desestructurada (su madre se casó tres veces), ninguna formación religiosa, pelo hasta la cintura, tatuajes por todo el cuerpo, drogas, alcohol...

Era una pesadilla en las bases militares en las que vivía por razones familiares, tanto en Japón como en Estados Unidos. Desesperada por su caso, su madre consultó a un sacerdote y acabó convirtiéndose al catolicismo, pero todo pareció inútil durante años, y los tratamientos de rehabilitación no arreglaban el problema más que temporalmente. Pasó por correccionales, en Louisiana visitó la cárcel en más de una ocasión...

"Yo había pasado por todo lo que un niño podría hacer hasta la edad de veinte años. Mi madre se había casado tres veces y no teníamos religión. La familia era muy hedonista. Hubo una espiral descendente en mi vida," afirma el padre Donald H. Calloway.

Todo comenzó en Virginia Beach – estando su padrastro en el ejército - y continuó cuando la familia se mudó a California. Drogas, sexo, fumar y beber. Todo a la edad de 11 años. "Es una escalada hasta el punto de salirse de control . Nos mudamos cerca de Los Ángeles. Después a Japón. Esto sacudió mi mundo," cuenta Donald.
 
Desarraigado así de forma continuada de sus amigos y su entorno, el joven Donald Calloway había decidido enseñar una lección a sus padres. Tan pronto como llegaron a Japón, se convirtió en un "infierno" para ellos. Se relacionó con gente equivocada y empezó a usar "increíbles" cantidades de drogas: el opio, la heroína, el alcohol todos los días, incluso la inhalación de los vapores de la gasolina.
 
Eso llegó hasta la base militar así que huyeron a un país extranjero, cometiendo delitos: robo de "enormes cantidades" de dinero, coches, ciclomotores. Incluso se involucró haciendo recados para los japoneses de la "mafia" (Yakuza).
 
"No tenía ninguna preocupación por nada ni nadie", dice el Padre Calloway, cuya madre sufrió una crisis, llegó a consultar a un sacerdote, y se convirtió al catolicismo.  Se vio obligado a regresar a los EE.UU. La policía interceptó incluso los teléfonos de la base militar para tratar de conseguir al joven, y finalmente le aprehendieron. Cuando lo hicieron, Calloway escupió en la cara de uno de los policías militares. A estas alturas tenía 15 años con el pelo largo y una boca muy sucia.
 
Lanzado fuera de Japón, Calloway regresó a los Estados Unidos, donde le dijo a su madre que él la odiaba, pero accedió a entrar en un centro de rehabilitación. En poco tiempo se escapódonald_calloway_haciendo_surf.jpg de allí y volvió a las drogas tomando muchas más sustancias: heroína, crack, LSD, estimulantes, tranquilizantes. Y entonces las chicas. "Llegó un punto en el que inicié la "Gran Muerte " y que viví en lugares como el tronco de un árbol", recuerda el sacerdote. "En Louisiana, terminé en la cárcel. Fue un caos absoluto".

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