Llamado a todas las comunidades escolares, para prevenir el contagio del Coronavirus COVID19
UN LLAMADO A TODAS LAS COMUNIDADES ESCOLARES, PARA CUIDARNOS Y AHONDAR NUESTRA SOLIDARIDAD, EN EL CUIDADO DE NUESTROS NIÑOS, NIÑAS, ADOLESCENTES Y JÓVENES.
Frente a la Declaratoria de Pandemia, por parte de la Organización Mundial de la Salud, así como a los llamados de nuestras autoridades religiosas y civiles, exhortamos vivamente a las comunidades educativas de nuestros colegios parroquiales, de múltiples institutos religiosos, a las iniciativas educativas católicas, así como a la población en general, a REAVIVAR Y CONSOLIDAR los lazos de solidaridad y cuidado, principalmente de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Es tiempo de educar para el cuidado, de establecer medidas de higiene extremas (lavado continuo y a fondo de las manos, limpieza de superficies, evitar expandir nuestra saliva a través del beso, estornudos o a través de la tos, así como no tocarse la cara, entre las principales medidas), con el fin de prevenir el contagio del Coronavirus COVID19.
Es tiempo de hacer una alianza entre directivos, padres de familia, maestros y alumnos, con el fin de participar no sólo en el Colegio, sino en múltiples ambientes cercanos a éstos, para evitar la propagación de la enfermedad.
- Llamamos a los directores al diálogo constructivo, a la articulación de iniciativas solidarias, así como a la generosidad en el cuidado de toda la comunidad educativa.
- A los padres de familia, los exhortamos a salir al encuentro de los directivos para coadyuvar con los maestros en la vida de las escuelas.
- A los maestros, protagonistas insustituibles de la educación, mi aliento y exhortación para no sólo orientar en las medidas técnicas u operativas, sino, sobre todo, a reavivar los valores humanos más profundos.
- A los estudiantes, a escuchar, seguir las indicaciones y ser solidarios en el cuidado de la comunidad educativa.
Finalmente, llamamos a todos a la oración, al reconocimiento de que la fe mueve montañas y de que Dios, es el Señor de la Vida. Que esta oración reavive nuestros corazones para servir con caridad y amplia generosidad, al más desprotegido. Imploremos a María Santísima de Guadalupe, su amor y fortaleza.
Irapuato, Guanajuato, a 12 de marzo del 2020.
+ Enrique Díaz Díaz
Obispo de Irapuato y Responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM
Pbro. M. en C. Eduardo J. Corral Merino
Secretario Ejecutivo
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