Header Ads

Una oración en favor del amor

Por P. Fernando Pascual

San Juan de Tufara (o san Juan el ermitaño) nació en 1084 y murió el 11 de noviembre de 1170.

Su fama parece pequeña a los ojos de los hombres, pues se le conoce en pocos lugares, sobre todo en la región de Molise (Italia) donde había nacido, y en algunas zonas cercanas.

Pero los santos no se preocupan de la fama, ni del número de “me gusta”, ni de las visitas al propio perfil.

Viven, florecen, para un tiempo y para lugares concretos, pero sus enseñanzas pueden llegar lejos, de modo invisible o con la difusión y el recuerdo de quienes conocen su historia.

San Juan de Tufara puede ayudar a muchos gracias a sus últimas palabras, dirigidas a los religiosos que estaban a su lado, poco antes de morir.

Son una invitación que vale para todos los tiempos, también para el nuestro. Son un estímulo a crecer en el amor, en la unidad, en la concordia. Estas fueron sus palabras:

“Ámense, ámense siempre, hijos míos. Aquel día o aquel momento en que dejen de amarse, se alejarán desperdigados de este lugar sagrado.

Este precepto dio el Evangelista Juan a sus discípulos, este lo dejo a ustedes: ¡amen!

Amen a Dios, nuestro primer y último fin, amen a la santa Iglesia que es el camino de la salud, amen sus almas con un amor divino, amen a todos y siempre por nuestro Señor.

Solamente así continuaré a amarlos desde el cielo. ¡Oh! ¡El cielo, el cielo! Allí iré pronto a descansar y desde allí no dejaré de contemplarlos.

Los amaré con un afecto divino y les ayudaré más de lo que haya podido hacer aquí.

Finalmente, es allá donde les espero. Vengan todos, cantaremos juntos las alabanzas de Dios”.

Let's block ads! (Why?)

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.