Un cáncer infantil, una prueba familiar
“Estar al lado de su hermanito, sostenerle de la mano o acariciarle la espalda. Pasar de trece kilos a nueve. Así es el cáncer infantil. Lo tomas o lo dejas”, comenta la madre en Facebook.
Sus fotos muestran la realidad del cáncer y sus consecuencias para la familia. “Nuestra familia ha estado dividida”, declaró en CNN. Mi hija de 23 meses tuvo que irse a casa de su abuela. Todos estamos muy cansados. Hemos perdido muchos amigos y otras relaciones se ponen a prueba. Ya no podemos vivir como antes”.
El cáncer infantil, un reto para toda la familia
Para Kaitlin, concentrarse en la salud de Beckett significa dedicar menos tiempo a sus otras dos hijas, Aubrey, de 5 años, y la más pequeña, de 23 meses. “Hay que ganar la lucha contra el cáncer, pero no hay que olvidar a los hermanos y hermanas del niño enfermo. Porque a menudo se les olvida. Sin embargo, hacen muchos sacrificios de los que la gente de su entorno no se da cuenta”, afirmó Kaitlin.
Sacrificios como los de Aubrey, que ha permanecido junto a su madre y su hermano en el hospital y luego en la casa. “Al principio, mi hija no entendía por qué su hermano menor, que antes era tan travieso y juguetón, ahora dormía todo el tiempo, no podía caminar solo o faltaba continuamente al colegio. Su mundo se vino abajo”, confesó en CNN. Según este medio, Beckett terminará su tratamiento en agosto de 2021. Toda una eternidad para la familia de Kaitlin Burge.
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