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Papa Francisco pide más cooperación entre las religiones “por el bien de la humanidad”

Durante el encuentro de hoy con los líderes cristianos y de otras religiones en la Universidad Chulalongkorn de Bangkok, el papa Francisco ha demostrado con sus gestos y palabras que la  ‘amabilidad, que es un valor muy importante en Asia, también lo es para quienes quieren sentirse parte de la misma familia humana.

“Todos somos miembros de la familia humana y cada uno, desde el lugar que ocupa, está invitado a ser actor y gestor directo en la construcción de una cultura basada en valores compartidos, que conduzcan a la unidad, al respeto mutuo y a la convivencia armoniosa”, instó.

Francisco entró en ‘puntas’ de pies, prudente y sin imposición en el terreno pacificador que involucra a otras religiones en Tailandia, país donde la  religión predominante es el budismo Theravāda (92%).

Cooperación entre las religiones

El papa Francisco saludó individualmente a los 18 líderes religiosos y luego, en su discurso insistió: “la cooperación entre las religiones, es aún más apremiante para la humanidad actual; el mundo de hoy se enfrenta a problemáticas complejas, como la globalización económico-financiera y sus graves consecuencias en el desarrollo de las sociedades locales”. 

Francisco denunció “la trágica persistencia de conflictos civiles: migratorios, refugiados, hambrunas y bélicos; y también con la degradación y destrucción de nuestra casa común”.

Una familia humana que sin exclusión sufre estas trágicas consecuencias: “Ninguna región ni sector de nuestra familia humana puede pensarse o construirse ajena o inmune a las demás”. 

Una familia humana que cuide a sus hijos más pobres, pequeños y marginados. Las religiones y las universidades para construir un mundo en paz, donde todos puedan vivir juntos. 

Construir, sin denigrar o denostar a nadie

El Papa insistió en la necesidad de “tejer nuevas formas de construir la historia presente sin necesidad de denigrar o denostar a nadie”.

“Se acabaron las épocas donde la lógica de la insularidad podía predominar en la concepción del tiempo y del espacio, e imponerse como mecanismo válido para la resolución de los conflictos”. 

“Hoy es tiempo de atreverse a imaginar la lógica del encuentro y del diálogo mutuo como camino, la colaboración común como conducta y el conocimiento recíproco como método y criterio”.

Estilos de vida sustentables e inclusivos

Las religiones y las universidades “sin necesidad de renunciar a las propias notas esenciales y dones particulares”, trabajen “para garantizar a las generaciones más jóvenes su derecho al futuro, y será también un servicio a la justicia y a la paz”. 

La esperanza del Papa está en proporcionar a los jóvenes “las herramientas necesarias para que sean ellos los principales protagonistas en la forma de generar estilos de vida sustentables e inclusivos”. 

Humanismo integral

Un llamado a construir y promover un “humanismo integral” capaz de reconocer y reclamar la defensa de nuestra casa común; en una administración responsable, que conserve la belleza y la exuberancia de la naturaleza como un derecho fundamental para la existencia. 

Las grandes tradiciones religiosas de nuestro mundo dan testimonio de un patrimonio espiritual, trascendente y ampliamente compartido, que puede ofrecer sólidos aportes en este sentido, si somos capaces de aventurarnos a no tener miedo de encontrarnos. 

Seres capaces de desagradarse o regenerarse 

A su vez, reafirmó el imperativo de defender la dignidad “porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan”.

El respeto de los ancianos 

Explicó que en Tailandia existen valores importantes para la humanidad: “Ustedes valoran y cuidan a sus ancianos, los respetan y les dan un lugar reverencial, que les garantizan a ustedes las raíces necesarias, para que vuestro pueblo no se marchite detrás de determinados slogans que terminan por vaciar e hipotecar el alma de las nuevas generaciones”. 

“Homogeneizar” a los jóvenes

Francisco exhortó a revalorizar la cultura local y trabajar para evitar “homogeneizar” a los jóvenes, a disolver las diferencias propias de su lugar de origen, a convertirlos en seres manipulables hechos en serie. Así, afirmó, se produce una destrucción cultural, que es tan grave como la desaparición de especies. 

Reducir la desigualdad entre las personas

Toda esta perspectiva, añadió, implica necesariamente el papel de las instituciones educativas. “La investigación, el conocimiento, ayudan a abrir nuevos caminos para reducir la desigualdad entre las personas, fortalecer la justicia social, defender la dignidad humana, buscar las formas de resolución pacífica de conflictos y preservar los recursos que dan vida a nuestra tierra”. 

Al final, después de la canción final, antes de abandonar el Auditorio, el Papa ha posado para la foto grupal con los líderes religiosos. Luego se trasladó en automóvil a la Catedral de la Asunción en Bangkok para la Santa Misa con los jóvenes.

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