Mujeres esperamos votar en el Sínodo, estamos al mismo nivel que los hombres
Por otro lado, admitió que las mujeres consagradas esperan que el Papa Francisco autorice el voto de sus superioras, pues sostuvo que no existe algún impedimento para ello. Lo dijo durante encuentro con los periodistas, en el marco del informe diario de los trabajos del Sínodo Panamazonico que se celebra en el Vaticano este viernes 11 de octubre de 2019.
En efecto, Francisco que ha participado en la mañana y en la tarde a los círculos menores, ha introducido una novedad durante el Sínodo pasado, dedicado a la vocación juvenil, cuando ha autorizado el voto de los religiosos hombres en la Asamblea.
“En nuestro círculo se abordó el tema del voto de las mujeres respecto al voto del documento final (del Sínodo). Yo me siento muy agradecida con el Papa Francisco por todos los pasos dados para que nosotras pudiéramos estar aquí”. De hecho, como recordó el cardenal Lorenzo Baldisseri, el número de las religiosas es superior al de otros sínodos, además, por el marcado testimonio y presencia misionera que tienen las mujeres en la Amazonía.
“La presencia de tantas mujeres en este camino sinodal es ya un gran paso hacia adelante. Como otras religiosas nosotras albergamos la esperanza de que se llegue a un punto en que nuestras superioras generales puedan tener la posibilidad de votar como lo hacen los superiores generales (hombres)”, expresó la experta en teología.
“El papa Francisco lo hizo posible en el último Sínodo (dedicado a los jóvenes) asegurando que no es necesario recibir el sacerdocio para votar, porque si se participa durante el proceso (sinodal) la votación tiene que ser la expresión de la participación de todos”.
Precisamente, entre los 55 ‘oyentes’, es decir invitados que escuchan sin derecho al voto, entre especialistas y operadores pastorales, la mayoría de la región Panamazónica, se encuentran 10 religiosas de la Unión Internacional de las Superioras Generales, más otras 18 religiosas.
Nada impide el voto femenino
“Entonces, – añadió- nosotras (las religiosas presentes en el Sínodo) si esperamos que algo se verifique en este sentido. El deseo de voto ha sido expresado de forma muy abierta y, aun, porque no hay una verdadera razón para que esto no sea posible. Los hermanos pueden votar y las religiosas deberían estar al mismo nivel de los religiosos (hombres)”.
Nuevos ministerios, mayor participación en las decisiones y roles de responsabilidad, sostuvo, no significa que las mujeres en la Iglesia estén intentando una “lucha por el poder”. “Hablamos de compartir nuestros dones de fe, talentos y carisma”.
Comunidad de hermanos y hermanas
Por otro lado, afirmó: “Es una experiencia realmente hermosa poder discernir juntas y expresarnos, decir como nos sentimos sobre los cambios que deseamos en la Iglesia, para realmente, ser una comunidad de hermanos y hermanas, que comparten la fe y el discernimiento, vivir juntos, a través del Espíritu, y comunicando lo que Él nos dice hoy, siendo todos discípulos de Jesucristo, compartiendo los desafíos que tenemos que encara”.
Asimismo, expresó que muchos cardenales y obispos tienen una actitud fraterna y abierta con las mujeres que participan en el Sínodo que son un total de 35.
“Nos sentimos reconocidas, he escuchado a otras mujeres que participan en otros círculos menores que la situación es la misma. Todas dicen que el clima es de gran apertura, se pueden encarar las criticas de una forma respetuosa, pero abierta. Otra cosa muy bella es lo que experimenté el otro día con los obispos y los cardenales; muchos de ellos nos entienden y conocen nuestras inquietudes y lo que nos da acongoja, quieren que las cosas cambien”.
El genio femenino en Iglesia
La religiosa reiteró que la Iglesia necesita de las mujeres y de su liderazgo, pero fuera de una pugna por el poder. “Si queremos una Iglesia sinodal en la que caminemos juntos, entonces hay que llegar a la toma de decisión conjunta. Lo que significa que se necesitan más mujeres en ámbitos de liderazgo y nosotras albergamos la esperanza de que en el futuro haya más mujeres que asuman papeles de responsabilidad”.
La religiosa recordó que en el documento de trabajo del Sínodo se reconoció que la mayoría de actividades pastorales son desempeñadas por mujeres en la Amazonía. No obstante, espera que las “mujeres sean incluidas también en las instancias donde se toman determinadas decisiones”. Por ejemplo: “Pienso en labores de interculturalidad, en la liturgia, trabajamos junto con los indígenas para construir comunidades arraigadas en su propia cultura”.
Teólogas en las universidades
La experta en teología sueña en una Iglesia donde cada vez más las mujeres puedan tener espacios en el mundo académico, en las universidades, junto con sus colegas hombres. “Pues, yo creo que como mujeres podemos aportar nuestro granito de arena en la teología, esto arraigado en la vida de las comunidades, hay que crear un puente”. Añadió que muchas mujeres están trabajando por una “teología indígena”, algo que enriquece el intercambio y el diálogo con las comunidades de la Panamazonia.
Violencia machista
Asimismo, desde la perspectiva cristiana y femenina, insistió en la necesidad de unir esfuerzos para trabajar ‘juntas’ para abolir toda forma de violencia contra las mujeres, algo que congenia con la “practica religiosa” y consideró que ellas, aunque pertenezcan a otras religiones, pueden compartir su experiencia para apoyar la justicia en las relaciones e ir más allá del machismo.
“El machismo daña, tanto a hombres como a mujeres”, dijo. “Muchas mujeres están trabajando para construir puentes ahí donde hay rupturas en el mundo”.
También participaron en la sesión informativa en la Sala Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede: el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México (México), Mons. Pedro Brito Guimarâes, arzobispo de Palmas (Brasil), Mons. Joaquín Pertíñez Fernández, O.A.R., obispo de Rio Branco (Brasil), Dr. Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación y Giacomo Costa, S.I., Secretario de la Comisión de Información. El briefing fue moderado por la Vicedirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Cristiane Murray.
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