Header Ads

Novios después de los 50, ¿qué cambia?

La capacidad de enamorarse no se pierde con los años y tal vez con la edad existen algunos beneficios agregados por experiencias que han ayudado a crecer, errores que han dejado enseñanzas, una conciencia más profunda sobre lo que se quiere y un mayor conocimiento de uno mismo.

La madurez puede permitir vivir con cierta coherencia, pero tampoco garantiza el éxito. Con la experiencia viene la sabiduría, pero no la invencibilidad. Los adultos también pueden caer en un amor infantil en el que es muy difícil proyectar, amores adolescentes que se encandilan con la pasión del momento y confunden el flechazo con el enamoramiento.

Aunque uno sienta que sabe mucho, que se conoce lo suficiente e incluso tenga una excelente carrera profesional, las historias de amor nunca nacen en un estado de adultez. Siempre hay un proceso de maduración del amor que no vale la pena saltear o vivir mal.

Por eso los expertos aconsejan, aun en esta edad, invertir un tiempo necesario para vivir la experiencia del noviazgo: una etapa de conocimiento real que supera la pasión emotiva y abre la posibilidad de vivir sanas relaciones en el camino de conocerse.

La maduración ciertamente tiene muchos más ingredientes de los que uno piensa y para esto no hay edad. Fácilmente podemos confundir lo que provoca la imaginación del flechazo con la realidad de la persona que provoca esos sentimientos.

El flechazo genera un trastorno en la atención y la idealización de la persona que nos ha flechado. No conocemos al otro pero proyectamos un ideal que fuimos creando en nuestra mente sobre esa persona. Muchos se enamoran de este flechazo, pero algo así no puede ser permanente y desaparece rápido.

¿Cómo vivir un buen noviazgo en esta edad? Con mucho diálogo, intentando conocerse bien y fomentando la amistad poniendo medios para no precipitarse. Reducir la velocidad y tomarse un tiempo para conocerse es esencial mientras se disfruta de los momentos compartidos.

Se pueden poner en práctica habilidades sociales y vivir mejores experiencias de vida. Hay formas propias y una adaptación menor al cambio, pero hay un mundo de recuerdos para compartir sin las ansiedades y presiones que conllevan las citas en la juventud.

El noviazgo es siempre un trabajo artesanal en donde se preserva la amistad sin importar la edad. Los amigos son los que lo pasan bien juntos y eso es lo que afecta positivamente a la relación. El amor no es un azar, algo que viene y se va. Se puede desarrollar, sanar, restaurar y requiere nuestro tiempo para sentar sólidas bases que perduren en el tiempo.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.