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Card. Gracias: Obligación de rendir cuentas, obispo debe trabajar con laicos 

Encuentro sobre la “Protección de Menores en la Iglesia”, segundo día: Rendir cuentas 

En la apertura de la Cumbre anti abusos, el papa Francisco ha propuesto 21 puntos de reflexión para proteger a los menores en la Iglesia e invitó a estudiar la posibilidad de incluir “la participación de expertos laicos en las investigaciones y en los diferentes grados de juicio de los procesos canónicos sobre abuso sexual y/o de poder. ”(13). 

Ningún obispo puede decir a sí mismo: ‘Este problema de abuso en la Iglesia no tiene nada que ver conmigo, porque las cosas son distintas en mi parte del mundo”, dijo el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, India, desde 2006 y Presidente de la Conferencia Episcopal de India.  

La visión del cardenal Gracias, presentada hoy, en el aula Nueva del Sínodo en Roma, es representativa de los países emergentes y del sur del mundo respecto a la protección de los menores. Aunque si denuncia la incapacidad eclesial que causó la crisis de los abusos, propuso varios puntos para el trabajo colegial junto a los laicos y algunas actitudes por parte de los líderes de la iglesia. 

Asimismo, expresó que para asumir la colegialidad y rendir cuentas por los abusos, los obispos deben reivindicar la unidad al ‘Sucesor de Pedro’ junto a todo el cuerpo de la Iglesia “con humildad y apertura”. Y animó: “armarnos con coraje y fortaleza, porque el camino a seguir no está trazado con gran detalle ni precisión”.

Incapacidad eclesial

El alto prelado, dijo, que la incapacidad eclesial en abordar el problema ha causado una crisis “multifacética” que ha “asediado y herido a la Iglesia”. Igualmente, ha incluido en su propuesta involucrar mayormente a los laicos, mujeres y hombres, en la lucha contra la lacra de los abusos aplicando plenamente la sinodalidad a la que insta el Pontífice. 

Por ello, ha propuesto frente al pleno de la participación de 190 obispos, cardenales, religiosos y expertos de poner al centro la “curación de las víctimas”, y prevenir nuevos casos, escuchando al Papa Francisco que invita a la “sinodalidad”  y a la “colegialidad”.

“Estar dispuestos a pagar el precio de seguir la voluntad de Dios en circunstancias inciertas y dolorosas”, afirmó el cardenal, de 74 años, asesor del Papa en el Colegio de cardenales y es Miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y para la educación de la Iglesia católica.

“Así, la sinodalidad puede ser vivida verdaderamente, incorporando todas las decisiones y las medidas resultantes en todos estos diferentes niveles – sobre una base vinculante. Esto incluye la participación de laicos, tanto hombres como mujeres”.

Laicos importantes en la lucha

Al mismo tiempo, ha exhortado a la honestidad de los 114 presidentes de las conferencias episcopales del mundo presentes en el Vaticano: ¿Estamos solo tomando medidas de coartada para una iglesia sinodal o, en realidad, queremos permanecer entre nosotros como obispos – en ‘nuestras’ conferencias, en ‘nuestras’ comisiones, en ‘nuestras’ reuniones, en las que los no obispos y los no clérigos solo juegan un papel insignificante? , cuestionó.

Entonces, ha insistido en que todos los obispos deberán aprender a practicar otras formas de gestión en el gobierno de las iglesias locales porque de otra manera, la sinodalidad, sin los laicos “solo sirve para ocultar comportamientos inconscientes”. 

“Un ejemplo, en el campo crítico y difícil del abuso, sería desviar la responsabilidad hacia los laicos (hombres y mujeres), pero negándoles por el contrario la oportunidad de asumir la responsabilidad”. 

El obispo no está solo

El arzobispo de Bombay opinó, que “ningún obispo debería decirse a sí mismo: “Me enfrento a estos problemas y desafíos solo. Por pertenecer al colegio de los obispos en unión con el Santo Padre, todos compartimos la responsabilidad y la obligación de rendir cuentas”. 

“La colegialidad es un contexto esencial para tratar las heridas de los abusos infligidos a las víctimas y a la Iglesia en general”. 

Además, subrayó, el papel activo del “Pueblo de Dios” y la “unidad del rebaño de Cristo”. 

En este sentido, instó a apreciar la gran diversidad en la “experiencia vivida por las iglesias esparcidas por todo el mundo debido a su historia, cultura y costumbres”. 

Actitud del obispo anti abusos

Aceptó que ha sido difícil tratar el tema del abuso de la manera correcta en la Iglesia. Ante los comportamientos problemáticos, dijo: “Debemos cultivar una cultura de corrección fraterna, que nos permita hacerlo sin ofendernos mutuamente, y al mismo tiempo, reconocer la crítica”. 

Admitir, indicó, personalmente los errores y pedir ayuda sin sentir la necesidad de mantener la pretensión de la propia perfección. 

Para un obispo – sostuvo – la relación con el Papa tiene un significado constitutivo. Así, invitó a obedecer al Sucesor de Pedro, pero ver como hermanos a los demás obispos y a las comunidades para enfrentar la crisis. 

“¿Acaso ignoramos los aportes de nuestros hermanos, porque en última instancia solo el Papa puede darnos órdenes en cualquier caso, y por lo tanto, la colegialidad es fácil de ignorar, o en tales casos no tiene ninguna influencia relevante?”.

Sobre el centralismo romano, ha puesto de manifiesto la diversidad y la fraternidad de apreciar las competencias eclesiales que provienen de los cinco continentes (locales) y combinarlas a las “habilidades como pastores responsables de nuestras iglesias” en diálogo también con la curia romana. 

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