Un muro para protegerse del “ruido” de los refugiados

El ayuntamiento de Múnich decidió ayudar a los refugiados y construir un nuevo albergue al sureste de la ciudad. Lo que no podían pensar era que el “ruido” de los refugiados le llevaría a un litigio que ahora obliga al consistorio a construir un muro que los separe del residencial distrito de Neuperlach.

Siete vecinos del distrito de Neuperlach (55.000 habitantes) interpusieron una denuncia por el intento del ayuntamiento de crear el campamento para refugiados y por el “ruido” que ello puede conllevar a los vecinos.

Tras dos años y medio de litigios, finalmente el consistorio ha claudicado a la demanda y ha aceptado como medida el levantar un muro de cuatro metros que sirva como barrera de sonido.

“No tenemos nada en contra del campamento de refugiados. La ciudad tiene que encontrar un sitio para ellos pero los que vendrán aquí harán mucho ruido y nosotros queremos vivir tranquilos”,  afirma al diario Bild, Stephan Reich, uno de los siete demandantes.

En la resolución adoptada se prohibe escalar el muro o jugar a la pelota. Todo ellas, medidas “para evitar el ruido”. Se cumplen 27 años de la caída del muro de Berlín y ahora siete vecinos obligan al consistorio a crear un muro. ¿Un simple muro contra los ruidos? ¿Una medida xenófoba? La polémica está servida.