Un artista sirio cuenta los horrores de la guerra con fotomontajes
Los fusilamientos del tres de mayo, de Goya, han viajado de la montaña del Príncipe Pío a Alepo. El cuadro del maestro aragonés, empeñado en hacer patentes el dolor y la violencia de la guerra, es ahora una denuncia de los asesinatos callejeros que son parte de la vida regular de la ciudad siria, gracias al trabajo del artista sirio Tammam Azzam.
En una entrevista con Francisco Carrión para El Mundo de España, desde su residencia en Alemania, Azzam explica cómo, después de licenciarse en Bellas Artes en Damasco, comenzó a hacer constelaciones entre las ruinas de su país, hundido en la guerra desde hace ya un lustro, y las piezas de los grandes maestros del arte europeo.
La finalidad, según Azzam, es la de “lanzar el mensaje de que todos vivimos en el mismo mundo”, pero también la de reconstruir Siria a través de sus pinturas, muchas de ellas de gran formato, en las que incluye fragmentos de piezas de maestros como Klimt, Munch, Goya y Dalí.
Para leer el artículo de Carrión en su totalidad, puede hacer clic aquí.
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