Header Ads

¿Qué hay detrás de la elección del arzobispo de Los Ángeles como vicepresidente de los obispos de EE.UU.?

Apenas dos semanas después de las elecciones de Estados Unidos, en las que resultó triunfador Donald Trump, los obispos estadounidenses renovaron presidencia y vicepresidencia de la Conferencia Episcopal de su país.

Como cada tres años, la prensa especializada movilizó sus baterías especulativas hacia el paso que los obispos iban a dar, sobre todo en la elección del vicepresidente de la Conferencia.

Es regla no escrita, pero casi siempre acatada, que el vicepresidente tome la presidencia tres años más tarde. Así sucedió ahora con el cardenal DiNardo de Houston-Galveston, quien presidiría la USCCB (iniciales en inglés de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos) hasta 2019. ¿Y luego?

Y luego será quien actualmente encabeza la más diócesis más extensa de Estados Unidos y la primera en número de hispanos: Los Ángeles (California): el arzobispo José H. Gómez, quien nació en Monterrey (México).

El Comité Editorial del boletín de noticias católico Our Sunday Visitor (OSV) ha escrito que la elección del arzobispo Gómez “es un momento significativo para la Conferencia” pues valida la visión conservadora de este prelado, al tiempo que reconoce la importancia que ha cosechado su voz en los últimos años.

El nuevo vicepresidente de la USCCB no solo representa a los asuntos de los hispanos sino que, según el Comité Editorial de OSV, “ha sido un firme promotor de una positiva y constructiva reforma migratoria que respete la dignidad de todas las personas, independiente de su situación o de su estatus legal”.

Obviamente, la postura del arzobispo Gómez se sitúa en las antípodas de las promesas realizadas por el presidente electo Donald Trump, quien ha anunciado la deportación de millones de migrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.

El boletín destaca que durante un servicio de oración realizado el pasado 10 de noviembre en Los Ángeles, apenas dos días más tarde del triunfo electoral de Trump, el arzobispo Gómez dijo a los inmigrantes y refugiados que la Iglesia “nunca los abandonaría” a su suerte.

“Esta noche, prometemos a las hermanos y los hermanos indocumentados que nunca los dejaremos solos (…) En los buenos y en los malos tiempos, estamos con ustedes. Son familia. Somos hermanos y hermanas”, dijo el arzobispo Gómez.

Durante el primer día de la reciente Asamblea de otoño de la USCCB, los obispos respaldaron al arzobispo Gómez quien defendió fuertemente el comunicado postelectoral del obispo Eusebio Elizondo, presidente del Comité de Migración de este organismo, quien afirmó que la Iglesia será el soporto de aquellos migrantes y refugiados viviendo en Estados Unidos, que pudieran ser perseguidos por la nueva administración federal.

El comunicado del obispo Elizondo, auxiliar de Seattle, decía: “Estén seguros de nuestra solidaridad y continuo acompañamiento, mientras ustedes trabajan por una vida mejor”.

Sobre este punto, la USCCB recalcó en su mensaje final del Encuentro de otoño: “Trabajaremos para promover políticas humanistas que protejan a refugiados e inmigrantes en su dignidad inherente, que hagan permanecer juntas a las familias y que honren y respeten las leyes de esta nación”.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.