La clínica que emergió de los escombros y ahora es símbolo de esperanza

Vestido de remera roja y pantalones cortos, así se apersonó aquel día hasta la zona del desastre en Manabí, una de las más afectadas por el potente terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter del mes de abril, el exintegrante de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador por el Partido Social Cristiano Leonardo Viteri.

En principio no daba crédito a la magnitud de la pérdida que tenía frente a sus ojos. Como uno más de los que trabajaban en el lugar quiso caminar entre los escombros y ayudar en la tarea de remoción de vigas.  Es que estaba frente a lo que había sido la clínica que fundó su abuelo en el año 1922 –incluso Leonardo llegó a ser director- y con el transcurso de los años llegó a transformarse en patrimonio de la ciudad.

El terremoto la redujo a la ruina y desde aquel día, quedando en pie una mínima parte. Más allá de la pérdida económica, el sentimiento encontrado era superior debido a tantos años de sueños y esperanzas de miles de personas que hacían uso de sus servicios y que quedaban reducidas, aparentemente, a la nada.

Durante los días más críticos se instalaron carpas de la clínica en la zona para atender a los afectados por el terremoto de forma gratuita. Pero todo esto representaba solamente una cosa: volver a empezar.

“La intención de levantar la clínica es ser molde, modelo y ejemplo para incentivar a quienes no han podido levantarse aún (…). Estoy aquí completando un crédito financiero para la adquisición de nuevos equipos médicos para la atención a los ciudadanos”, expresó Leonardo recientemente en diálogo con El Comercio de Ecuador.

Así es, lo que hasta hace unos meses representaba dolor y angustia ahora se presentaba como un nuevo comienzo. En estos días la clínica fue reinaugurada y el evento contó con la bendición del párroco Bruno Do Santos. Y hasta el propio Leonardo considera que esta reapertura fue una bendición.

Este centro médico privado, que ofrece diversos servicios como radiografías, laboratorio clínico, cirugía, traumatología, pediatría, entre otros, ya ha soportado tres terremotos desde que fue creada y siempre ha salido adelante. Esto le ha generado varias remodelaciones, pero en este último caso, conservando la fachada original.

Sin dudas, un verdadero ejemplo de perseverancia y de potente mensaje: la mejor manera de afrontar este tipo de adversidades para salir adelante es levantarse y volver a empezar.