Header Ads

Francisco: no a una religión-espectáculo y de fuegos artificiales

Hay que alejar la tentación de una «religión del espectáculo», que busca siempre «nuevas revelaciones», como «fuegos artificiales». Aprendamos, por el contrario, a «custodiar», con paciencia, la esperanza, porque el «Reino de Dios crece si custodiamos la esperanza en la vida de cada día». Lo subrayó Papa Francisco durante la homilía de la misa matutina de hoy, 10 de noviembre, en la capilla de la Casa Santa Marta, según indicó la Radio Vaticana.
 

«El Reino de Dios —observó el Pontífice— no es una religión del espectáculo: que siempre está buscando cosas nuevas, revelaciones, mensajes… Dios ha hablado en Jesucristo. Esta es la última Palabra de Dios. Lo demás es como los fuegos artificiales, que te iluminan por un momento y luego, ¿qué permanece? Nada. No hay crecimiento, no hay luz, no hay nada: un instante. Y muchas veces —advirtió el Papa— somos tentados por esta religión del espectáculo, buscando cosas ajenas a la revelación, a la mansedumbre del Reino de Dios que está en medio de nosotros y crece. Y esto no es esperanza: es la voluntad de tener algo en la mano. Nuestra salvación se da en la esperanza, la esperanza que tiene el hombre que siembra el trigo o la mujer que prepara el pan, mezclando levadura con harina: la esperanza de que crezca. En cambio, esta luminosidad artificial brilla solo en un momento y después se va, como los fuegos artificiales: no sirven para iluminar una casa. Es un espectáculo».

Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer, se preguntó Francisco, mientras esperamos que llegue la plenitud del Reino de Dios? La palabra clave que usó el Pontífice fue «custodiar». «Custodiar con paciencia. la paciencia en nuestro trabajo, en nuestros sufrimientos… Custodiar como custodia el hombre que ha plantado la semilla y custodia la planta y trata de que no haya malas yerbas a su lado, para que la planta crezca. Custodiar la esperanza. Y esta es la pregunta que les hago yo a ustedes hoy: si el Reino de Dios está en medio de nosotros, si todos nosotros tenemos esta semilla dentro, tenemos el Espíritu Santo ahí, ¿cómo lo custodio? ¿Cómo discierno, cómo sé discernir la planta buena del trigo de la cizaña? EL Reino de Dios crece y nosotros ¿qué tenemos que hacer? Custodiar. Crecer en la esperanza, custodiar la esperanza. porque en la esperanza seremos salvados. Y este es el hilo: la esperanza es el hilo de la historia de la salvación. La esperanza de encontrar al Señor definitivamente».

Para Francisco, el Reino de Dios se fortalece en la esperanza: «Preguntémonos a nosotros mismos: “¿Yo tengo esperanza o sigo adelante como puedo y no sé discernir lo bueno de lo malo, el trigo de la cizaña, la luz, la mansa luz del Espíritu Santo de la luminosidad de esta cosa artificial? Interroguémonos sobre nuestra esperanza en esta semilla que está creciendo en nosotros, y sobre cómo custodiamos nuestra esperanza. El Reino de Dios está entre nosotros, pero nosotros debemos, con el descanso, con el trabajo, con el discernimiento, custodiar la esperanza de este Reino de Dios que crece, hasta el momento en que llegue el Señor y todo sea transformado. En un instante: ¡todo! El mundo, nosotros, todo…».

Y, concluyó Francisco, «como dice San Pablo a los cristianos de Tesalónica: en ese instante permaneceremos todos con Él».
 

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.