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Vivir con cáncer de mama sin perder la fe y la esperanza

Rosina Santoya tiene 66 años. Para ella el “cáncer es para valientes y no hay mejor cura que creer en Dios y respetar su voluntad”.

Sin dudas, una opinión osada. Pero Rosina puede hablar sobre este tema con argumentos porque logró superar el cáncer de mama, enfermedad que se le manifestó cuando tenía 41 años.

“La enfermedad la descubrí un día que me estaba bañando y sentí una especie de bolita dura en el seno. Me fui para la clínica y uno de los médicos me dijo que era un quiste, pero me quedó la duda y me dirigí a la Liga Contra el Cáncer, donde me mandaron una biopsia”, relató a El Universal de Cartagena.

A Rosina la tuvieron que intervenir quirúrgicamente por tener cáncer de tercer grado. “Al perder mi seno entré en depresión y tuve cita con psicólogos, pero después de eso me arropé en un manto de fe y afronté con mucha devoción todo el proceso”, señaló.

Desde allí Rosina logró sobrellevar las sesiones de quimioterapia, pero a los pocos años un nuevo diagnóstico llegó para intentar tumbarla: metástasis en zona de la cadera.

“Pensaba que el cáncer había desaparecido de mi cuerpo, pero al recibir la noticia no dudé en ponerlo en manos de Dios. Me sometí a 15 sesiones de quimioterapias más, perdí el cabello, pero hoy el alivio es que estoy sana”, señaló.

Rosina agregó que les dice a las personas que se le acercan y que sufren cualquier tipo de cáncer que “hagan las cosas con fe y que se llenen de actitud positiva”.

“No tengo cómo agradécele a Dios por todo lo que ha hecho conmigo”, apunta.

Su fe en Dios y la devoción a la Virgen la ayudaron a salir adelante.

Al igual que Rosina, Gloria Nancy Bustos también fue tocada con el cáncer de mama. “Nunca pensé en morir. Me aferré a Dios y a mi familia, que se convirtió en mi principal motivo para salir adelante. La fuerza del amor es algo que nubla todas las dificultades y hoy, después de quimioterapia y tratamiento, puedo decir con mucha alegría que desde hace tres años estoy sana”, expresó también a El Universal.

Gloria tenía 45 años cuando se enteró de la noticia. Pero actualmente da testimonio de que no hay que tener miedo y sí esperanza. “No hay que luchar contra el cáncer, hay que montarse en el bus y hacer llevadera esta enfermedad. La promesa de Dios se cumplió y hoy disfruto de todas las bondades de la vida”, indicó.

Este miércoles se celebra el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de Mama (día en el que se hace énfasis en campaña de prevención, características de la enfermedad, entre otras cosas) y estas dos mujeres son ejemplo de superación, pero al mismo tiempo de esperanza ante las pruebas más duras que se pueden presentar en la vida.

Sin dudas, hay miles de mujeres atraviesan la misma situación en total silencio. Pero estas mujeres, al igual que todas las que hoy aparecen en diferentes medios de comunicación –en un día cargado de color rosa- contando su experiencia, decidieron no callar nada, enfrentar sus temores y decirles a los demás que sí se puede.

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