España ya tiene gobierno
España ya tiene un Gobierno más de 10 meses después de una larga crisis política que ha terminado con la caída del secretario general del partido socialista (PSOE), Pedro Sánchez, que no quería alcanzar acuerdo alguno con el conservador Partido Popular (PP), que dirige Mariano Rajoy. Sánchez anunciaba, en el día de ayer, su dimisión como diputado y el anuncio de que quiere ir otra vez a la Secretaria General del partido.
Tras dos elecciones generales, en diciembre y en enero pasados, ganadas por el Partido Popular en minoría, la composición del parlamento español requería el acuerdo de los dos partidos de centro y derecha (PP y Ciudadanos) y una abstención del partido socialista. La alternativa de izquierdas no pudo hacerse porque los partidos de izquierdas, incluidos los independentistas, no llegaron a un acuerdo. El PP tiene, además, mayoría absoluta en el Senado.
Sánchez prefería un gobierno de izquierdas con Podemos y el apoyo de los independentistas catalanes, mientras que el Comité Central del partido socialista no quería ir a unas terceras elecciones generales en un año con la posibilidad de una nueva pérdida importante de diputados.
Así, el gobierno presidido por Mariano Rajoy ha salido adelante con los votos a favor del conservador PP, el centrista Ciudadanos y la abstención del Partido Socialista (170 votos a favor, 11 en contra y 68 abstenciones). La abstención socialistas ha sido muy polémica y contestada dentro del PSOE, hasta el punto que ha habido un grupo de diputados, partidarios de Sánchez, (15 sobre 85) que han votado en contra, entre ellos todos los socialistas catalanes.
España es miembro de la Unión Europea y del Euro. Para ello debe cumplir una serie de requisitos para lograr la estabilidad económica, como una importante reducción del déficit público y sobre todo la creación de puestos de trabajo, pues el país tiene un 18,9 por ciento de parados, de los cuales la mitad son jóvenes menores de 25 años. Junto a ello tiene 9,5 millones de pensionistas para una población activa, que trabaja, de 18,3 millones.
La crisis económica hizo aumentar el paro (que alcanzó el 26,8 por ciento en 2011 y que ha bajado al 18,9 de ahora) y podía arrastrar consigo a las pensiones y las ayudas sociales, entre ellas el seguro de desempleo, la cobertura sanitaria, la enseñanza pública, las ayudas a las familias que tienen inválidos, etc. Las pensiones no se han visto afectadas hasta hoy.
Uno de los problemas más acuciantes que tiene España, y que ahora empieza a formar parte del debate público, es la bajísima natalidad, una de las más bajas del mundo, con nueve nacimientos por 1000 habitantes. En los últimos 8 años el número de nacimientos se ha reducido en un 19,4 por ciento. A esto hay que añadir una alta tasa de divorcios superior al 70 por ciento de los matrimonios celebrados, lo que indica una fuerte inestabilidad familiar y una mayor necesidad de asistencia a las personas mayores.
Junto a estos datos España tiene un crecimiento económico del 3,2 por ciento, el más alto de Europa, y en los últimos tres años ha visto reducir el paro en ocho puntos porcentuales. Las políticas económicas españolas deben ajustarse a las políticas europeas y para ello debe reducir su déficit en 5.500 millones de euros para el año próximo. El gasto público supone algo más del 100 por 100 del PIB, una deuda superior a la media de los países europeos.
Por otro lado, los índices de pobreza, centrados especialmente en las grandes ciudades, siguen altos, por lo que todos los partidos sin excepción han pedido en los debates de investidura del nuevo gobierno que este no baje la guardia en la atención a los servicios sociales. El gasto social en España representa alrededor de un 60 por ciento del gasto público en el Estado, las autonomías y los ayuntamientos.
El acuerdo para la formación de un gobierno, aunque sea en minoría, ha causado un alivio en España porque se acaba el año de gobierno en funciones y el país necesita de unos presupuestos generales que satisfagan las demandas sociales y económicas y la financiación de las autonomías.
El nuevo gobierno de Mariano Rajoy ha prometido un pacto nacional para la educación, renovar la financiación de las autonomías, cumplir con el déficit presupuestario impuesto por Europa, reformar el poder judicial hacia una despolitización de sus órganos directivos, el fortalecimiento de las instituciones, regeneración frente a la corrupción, mantener el actual estado del bienestar, en especial las pensiones y los servicios de sanidad y de enseñanza, y finalmente reforzar la unidad de España frente a los secesionismos.
Envíe un comentario