Caminar por la ciudad, una experiencia que puede ser mejorada

¿Cuántas veces has salido a caminar por las calles de tu ciudad y te has sentido disminuido por algún automovilista que impone su fuerza encima de una máquina de cuatro ruedas?

Pero lo mismo sucede cuando uno se ve rodeado de otros medios de transporte, incluso más grandes como los autobuses, o menores, pero no menos importantes, como motos, bicicletas, etcétera.

Es por ello que salir a caminar, actividad promovida desde hace años por las personas vinculadas a la salud, también se ha convertido en una actividad que merece sus cuidados.

A esto se suma que la mayoría de las inversiones públicas en pos de mejoras a nivel de ciudades por lo general ponen foco en otros medios de transportes sobre ruedas y los peatones quedan un tanto relegados.

Sin embargo, en Santiago de Chile esta situación empieza a ser cuestionada, pues en definitiva moverse a pie de un lugar a otro es el medio más utilizado por los ciudadanos durante los días hábiles.

Y fue por ello que se está impulsando hasta mediados de noviembre un concurso que lo que pretende es justamente brindar otra mirada: poner el foco en el peatón.

La iniciativa se denomina Ciudad Caminante y está a cargo de la Incubadora de Gestión Municipal UC-Bci, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Chile y que cuenta con el respaldo del Banco de Créditos e Inversiones, a través del cual se pretende favorecer el desarrollo de nuevas ideas.

El cronograma del concurso cuenta con diversas etapas que van desde la postulación –en marcha entre el 25 de octubre y 16 de noviembre- hasta la premiación final.

Quienes participen están invitados a elegir una ciudad en Chile para desarrollar la idea pensando en la posibilidad de replicar en otros lugares. Una vez superada esta etapa se invita a pensar en acciones para “fomentar la caminabilidad”. Puede ser tanto una intervención, así como infraestructura, tecnología, actividad o práctica para que la experiencia del caminante sea mejor.

El concurso es abierto a mayores de 18 años que vivan en Chile. La actividad lo merece, pues caminar no solo es trasladarse de un lugar a otro como algo saludable, también es una invitación a la introspección, a la oración, a mirar las cosas con mayor detenimiento y hasta de interacción con diversos miembros de la comunidad.