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Ocupada madre soltera clama por más espiritualidad, ¿qué hacer?

¡Necesito un retiro! Trabajo a jornada completa y soy madre divorciada de dos niñas maravillosas de 7 y 9 años. Trabajo sin parar, desde el momento en que me despierto por la mañana hasta el momento en que caigo rendida en la cama por la noche. Intento con ganas incorporar algo de oración dentro de mi rutina, pero lo máximo que conseguimos la mayoría de los días es bendecir la comida y una oración rápida antes de dormir. Ansío más vida espiritual y me encantaría tomarme un tiempo de retiro, pero mis noches están completas con cocina y limpieza. La semana que viene empieza el colegio, así que puedo añadir a mi lista de tareas el revisar los deberes de las crías y llevarles a los deportes extraescolares. Mis fines de semana se pasan volando entre recados a toda prisa y hacer de chófer de las niñas. Mi ex marido, su padre, vive a varios Estados de distancia aquí y no ve mucho a las niñas, así que todas las tareas del día a día recaen sobre mí. Cada vez estoy más frustrada y cansada y me encantaría poder involucrarme más en mi iglesia y tener una vida espiritual activa. ¿Puedes ayudarme? M. de Tulsa, Oklahoma, EE.UU.

Sé que esto no te será de mucha ayuda ahora mismo, pero créeme cuando te digo que las cosas serán más fáciles conforme tus hijas vayan creciendo y siendo más independientes. No hace mucho yo también hacía la misma súplica exhausta por tener más descanso espiritual y físico en mi vida.

Ahora mi hijo es ya adolescente y es más capaz de echar una mano con las tareas del hogar y la preparación de las comidas. Como es más mayor, sus deberes ya son demasiado complejos para mí. Puede estudiar por su propia cuenta y mi supervisión para las asignaturas más difíciles ha sido reemplazada por profesores particulares.

Pronto aprenderá a conducir. Cada día que pasa me necesita menos para funcionar. Sí, me sigue necesitando como apoyo espiritual y emocional, pero las tareas diarias las asume suficientemente bien por su cuenta.

Esos días de independencia y autosuficiencia no tardarán en llegar también para tus propias hijas, así que intenta encontrar consuelo en esa necesidad que ahora tienen de ti, por encima de tu cansancio.

Yo sobreviví a mis propias dificultades convirtiéndome en la maestra de la oración multitarea. Esto quiere decir básicamente que intentaba hacer de mi trabajo mi oración, algo parecido a la práctica benedictina de ora et labora.

Es un método práctico y simple de oración que cualquiera diría parece inspirado especialmente para ayudar a padres atareados.

Podría ofrecerte otras formas de simplificar tu vida, pero puede que no te resultaran prácticas, ya que no conozco personalmente hasta qué punto es rígido tu horario.

Si los deportes interfieren con la posibilidad de ir a misa, entonces la prioridad siempre será la misa, pero no has indicado que este fuera tu caso. Lo único que quieres es un tiempo tranquilo y a solas con el Señor.

Pregúntate si dispones de algún familiar o amigo cercano y de confianza que pudiera vigilar a tus hijas una o dos noches al mes. Esta podría ser una opción.

También puedes echar un vistazo al artículo de sor Teresa, 5 pasos para hacer un retiro tú mismo, a ver si te da ideas.

Pero para aplicarte ahora mismo y ver resultados más inmediatos, justo ahora mientras lees esto, te recomiendo que conviertas tu trabajo y tu vida en oración.

Si no tienes tiempo para 30 minutos de contemplación, entonces dedica 30 segundos silenciosos a decir el Ave María mientras doblas la colada, esperas en el tráfico o arreglas la cena.

La Oración de Jesús es mi favorita para sacar el día adelante. La puedes decir en 5 segundos y se supone que tiene que ser una oración “rumiada” en la mente, continua como el respirar.

Otra opción en la que confío profundamente para satisfacer esos ratos ávidos de espiritualidad es la adoración. Si tienes una capilla cerca con adoración perpetua, te puede salvar la vida.

No tienes por qué pasar una hora entera de adoración; bastarán 5 minutos. Incluso lo puedes hacer con tus hijas. Haz una parada para la adoración de camino al supermercado, a la vuelta del trabajo o cuando pases por allí por casualidad.

Estas visitas rápidas, tranquilas, improvisadas, pueden ayudarte a volver a centrar tu vida alrededor de Cristo y, además, son estupendas para recargarte espiritualmente.

Lo mejor de la adoración exprés, del ora et labora y de cultivar el hábito de las oraciones jaculatorias es que todos son prácticos para nuestra vida diaria, nos ayudan a vivir nuestra fe y sirven de devoto ejemplo para nuestros hijos y para los que nos rodean.

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