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Luchando contra la pobreza extrema: No quiero que mis hijos sufran como yo

“Desde los 8 años, tuve que trabajar. Hice diferentes trabajos en muchos lugares. Era explotada. No recibía nada de dinero. En algunos trabajos me trataban de india, me pegaban. Pero tenía que seguir porque no encontraba otro trabajo. Solo una vez un jefe me apoyó”.

Este testimonio pertenece a una madre de familia de El Alto de Bolivia (que se mantiene en el anonimato) recogido por el portal Mundo Sin Miseria dedicado a la denuncia de situaciones de pobreza extrema y exclusión social.

 “Me casé muy joven, tuvimos 9 hijos, 3 murieron cuando eran bebés. La vida siguió muy dura. Trabajé siempre, siempre para mis hijos, para comprar un poco de comida. No podía atenderles bien porque tenía que salir a trabajar muy temprano. Yo no tuve la oportunidad de estudiar, solo estudié un año. No quiero que mis hijos sufran como yo”, prosiguió la mujer.

El testimonio de esta madre de familia es similar al de muchas otras que luchan para que sus hijos salgan de la pobreza extrema en Bolivia, al igual que en otros países de la región.

Para ellas sus hijos son la fortaleza y su único objetivo es que salgan adelante, que puedan estudiar, ser profesionales y lograr una mejor calidad de vida. “No queremos que estén obligados a salir a otros países para encontrar un trabajo”, agrega.

Según una reflexión expresa en este portal que busca generar sensibilidad sobre el tema de la pobreza extrema, vivir en esta situación no se debe solo a la falta de dinero, sino que hay miles de familias que además no tienen electricidad, además de otros servicios básicos.

Estas personas necesitan ser escuchadas, estas personas también necesitan de la solidaridad de todos.

Salir de la extrema pobreza es posible

En los últimos 10 años más de dos millones de personas en Bolivia salieron de la extrema pobreza, según informó este domingo el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Jaime Durán, indica La Razón.

Para el jerarca, las políticas sociales implementadas por el Gobierno actual jugaron un rol clave para este logro.

Uno de los programas que han encarnado esta lucha contra la pobreza extrema en Bolivia ha sido la experiencia de Barrios de Verdad.

A lo largo de los años en que el programa estuvo en marcha, fue posible la transformación de la realidad de la vida de varias zonas que hasta el momento estaban marginadas en la ciudad de La Paz.

Pero a nivel social también tuvo impacto con talleres de capacitaciones, motivación de emprendimientos, entre otros, y deja de manifiesto que la pobreza extrema no tiene que ver solamente con lo económico.

La colaboración del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fue fundamental a la hora de otorgar créditos para financiar las obras.

El Programa Barrios de Verdad sirve como modelo a otros países de la región como Ecuador y Guatemala, según destacó el Banco Mundial.

Pero el programa es solo una gota de acción, aunque necesaria. Es necesario inundar de más acciones y programas para que la lucha contra la extrema pobreza no quede solamente en una cuestión estadística y de políticas de turno.

Es necesario estar atentos a las diversas necesidades pues en definitiva se trata de una cuestión de dignidad humana.

Además, tal cual deja entrever el testimonio de la madre boliviana, lo que está en juego es nada más ni nada menos que el futuro de las nuevas generaciones.

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