Golpe de Estado en Turquía: un resumen de las últimas 24 horas
Las autoridades de Turquía detuvieron hoy sábado a miles de soldados de quienes se sospecha estuvieron implicados en el intento de golpe militar contra el presidente Erdogan, quien en reiteradas ocasiones durante estos últimos dos días ha pedido a sus partidarios, en alocuciones públicas, salir a la calle “para defender su democracia”. Entretanto, las fuerzas de seguridad del Estado turco aún procuran extinguir algunos focos de resistencia armada.
Binali Yildrim, primer ministro turco, ha informado a la prensa que, a lo largo del día, ya han sido detenidos casi tres mil soldados presuntamente implicados en el levantamiento que, hasta el momento y de acuerdo a distintas fuentes ha dejado entre 181 y 265 fallecidos y aproximadamente 1140 heridos. Asimismo, Yildrim reiteró que, tras el intento de golpe de Estado (al que ha calificado como una “mancha par la democracia turca”) “la situación está enteramente bajo control”, y aseguró que “estos cobardes (esto es, los militares implicados en el golpe) tendrán el castigo que se merecen”. Para ello, Turquía ya ha reclamado a Grecia la extradición de ocho implicados, que habrían huido, a bordo de un helicóptero, hasta Alexandrópolis.
La agencia oficial de noticias turca, Anadolu, señaló que la policía detuvo a diez jueces del Danistay, uno de los organismos supremos de la Judicatura turca y máxima autoridad de lo contencioso-administrativo, mientras que otros 38 miembros de este mismo cuerpo permanecen siendo buscados para procurar su captura. También se han emitido numerosas órdenes de arresto contra al menos 140 jueces del Tribunal Supremo. El presidente del tribunal, Ismail Rüstü Çirit, ha prometido también “castigar a todos los traidores” en declaraciones a una radio local.
La agencia Anadolu ya había informado anteriormente a propósito de la destitución de 2.745 jueces por parte de la Junta Superior de Jueces y Fiscales del país que, a su vez, también ha pasado por un proceso de purga a manos del ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag (quien además ejerce como presidente de la Junta): cinco de sus 22 miembros fueron destituidos, al ser sospechosos de estar relacionados con el clérigo Fetullah Gülen, rival del partido islamista del presidente Erdogan, (AKP), quien acusa a Gülen de haber impulsado el golpe militar desde los Estados Unidos.
En paralelo, mientras se efectúan estas purgas militares y jurídicas, las fuerzas de seguridad turca siguen combatiendo para extinguir los últimos focos de resistencia de los golpistas. Entre estos, quizá el principal sea el cuartel general del Estado Mayor en Ankara, del que, al terminar la mañana del sábado según CNN Turquía, se habrían ya desalojado a los últimos militares rebeldes del edificio en el que estuvo capturado en calidad de rehén el general Hulusi Akar, jefe del Estado Mayor del Ejército, que fue liberado horas después.
Pese a que el golpe parece definitivamente desactivado y el país procura volver paulatinamente a la normalidad, Erdogan ha pedido a la ciudadanía turca “no bajar la guardia” enviando mensajes de texto a los teléfonos móviles de millones de usuarios, pidiendo que “salgan de nuevo a las calles para defender la democracia”: “Queridos hijos de la nación turca. Esto es un intento de un reducido grupo como en los años 1970 contra la nación. Honorable nación turca, defiende tu honor, defiende tu país. Defiende tu democracia y tu paz”, reza el mensaje.
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