Amazonía peruana: Emergencia sanitaria por calidad del agua
El agua que consumen los pobladores de las comunidades en los alrededores del rio Marañón se ha tornado gris. No es la primera vez que este río es invadido por esta sustancia viscosa que tiñe la Amazonía. Los indígenas awajún, shawis y kukumas sufren las consecuencias de los continuos derrames de petróleo.
Hasta el momento la amazonia ha soportado 15 derrames de “oro negro” en el transcurso del último quinquenio. El informe del derrame de 600 barriles de petróleo producido el 24 de junio revela que se afectaron alrededor de mil personas y 16 mil metros cuadrados cultivos de la Selva.
Las quebradas de Caraña y Barranca Zaño, principales afluentes de agua del río, fueron destruidas, de igual forma los sembríos de plátano y yuca que abastecían a los pobladores de la provincia del Datem del Marañón en la región Loreto.
Los indígenas de las comunidades de Barranca y San Gavino no cuentan con agua potable en esta zona, sólo utilizan el agua del rio para su consumo. Cuando el río comenzó a lucir más oscuro de lo habitual Hermógenes Huamán, poblador de la zona, decidió denunciar el hecho ante las autoridades.
En lo que va del año es el tercer desastre ecológico, el primero se registró en la localidad de Chiriaco (Amazonas) y el segundo en Morona (Loreto), en enero y febrero respectivamente. Ambos derrames de petróleo del Oleoducto Nororiental afectó a más de 2.343 personas.
Lo que aún no se sabe es cómo se originó este derrame en el poblado de San Lorenzo teniendo en cuenta que luego de la última denuncia de contaminación la empresa estatal Petro – Perú, fue suspendida para continuar con sus operaciones desde la primera quincena de febrero.
Dos semanas después de ocurrido este incidente la calidad del agua que se consume en la Amazonía peruana fue declarada en emergencia. Es responsabilidad del estado peruano disponer las medidas para prevenir situaciones de riesgo de esta naturaleza.
Los primeros días del mes de julio el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio de Ambiente resolvió sancionar al Estado peruano con una multa de 11millones de soles, al encontrarse indicios de que la empresa estatal operó en la zona, pese a estar impedida de hacerlo.
Esta respuesta se produce tras una larga lista de accidentes petroleros que dañaron la Amazonía en los últimos cuatro años, luego de los sendos derrames por fugas en el Oleoducto Norperuano operado por la empresa estatal Petroperú.
A lo largo de un trayecto de 854 kilómetros de tuberías el Oleoducto Norperuano transporta el petróleo extraído en la selva hasta el terminal portuario de Bayovar en el océano Pacífico.
Hasta el momento un derrame de 3 barriles de petróleo afectó a 20.000 familias en el departamento de Loreto en 2014. De comprobarse si estos derrames afectaron la salud de las personas en las comunidades cercanas la entidad estatal podría ser multada.
El sector afectado constituye el único recurso para el consumo de agua y la extracción de peces en la región.
El papa Francisco en su encíclica “Laudato SI” dice: “Antes de reconocer cómo la fe aporta nuevas motivaciones y exigencias frente al mundo del que formamos parte, detenernos a considerar lo que le está pasando a nuestra casa común”.
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