Header Ads

¿Cómo están representados los "curas católicos" en la televisión?

El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, se refirió a la representación del sacerdote católico en el cine y la televisión, y en referencia a la serie televisiva “Esperanza mía”, consideró que, si ha de cosechar éxitos, “que lo haga por méritos propios, por la calidad de la historia a la que da vida y por la riqueza de sus personajes”.
 
Monseñor Buenanueva se refirió a los “resultados disímiles” con los que la ficción se ha referido a los sacerdotes. Consideró que algunas de estas presentaciones no logran superar el esquematismo de los estereotipos, mientras que otras escapan a esas “caricaturas artificiosas” y resultan más reales y atractivas.
 
“Pienso en El poder y la gloria, de Graham Green, o en Diario de un cura rural, de Bernanos; o en filmes tan diversos como El Padrecito, de Cantinflas, o El noveno día de Volker Schlöndorff, basada en la experiencia real de un cura católico en los campos nazis”, ejemplificó el obispo sobre las buenas representaciones.
 
El obispo, que también preside la Comisión Episcopal de Ministerios, consideró que “se podría elaborar un rosario de críticas” sobre las representaciones de sacerdotes, pero destacó que todas ellas “ofrecen interesantes puntos de vista para hacernos pensar a fondo lo que implica ser cura y vivir como tal en nuestro mundo real”.
 
“Algunas obras nos ofrecen la figura de curas de carne y hueso, retratándolos incluso en sus dramas y contradicciones más hondas; pero metidos en la vida real de su gente, acentuando el contexto político o social de su tiempo o las tensiones internas de la Iglesia. Nos muestran a los santos, pero también a los que, siendo poco canonizables, no dejan de mostrarnos un destello de Evangelio con sus vidas y pasiones”, manifestó el prelado.
 
Esos curas –agregó- se acercan un poco más a los curas reales que encontramos hoy, hombres hechos de la misma madera que todos y que, como todo lo genuinamente humano, viven la vida entre luces y sombras, aciertos y errores. Eso sí, con la pasión de Jesús en su corazón”.
 
“La televisión argentina nos está ofreciendo una nueva versión de este tema”, apuntó el obispo, en torno a la polémica que suscitó la tira Esperanza mía. “¿Qué camino recorrerá en su presentación de la figura sacerdotal y la vida religiosa? Lo único que se me ocurre decir es que si este producto ha de cosechar éxitos, que lo haga por méritos propios, por la calidad de la historia a la que da vida y por la riqueza de sus personajes”.
 
“Si esta tira tiene el mordiente de las obras populares que llegan al corazón, contando una historia humana que vale la pena, todos estaremos contentos. También los curas que no estamos en TV”, concluyó el obispo de San Francisco.
 
Texto completo de la reflexión
 
Artículo originalmente publicado por AICA
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, se refirió a la representación del sacerdote católico en el cine y la televisión, y en referencia a la serie televisiva “Esperanza mía”, consideró que, si ha de cosechar éxitos, “que lo haga por méritos propios, por la calidad de la historia a la que da vida y por la riqueza de sus personajes”.
 
Monseñor Buenanueva se refirió a los “resultados disímiles” con los que la ficción se ha referido a los sacerdotes. Consideró que algunas de estas presentaciones no logran superar el esquematismo de los estereotipos, mientras que otras escapan a esas “caricaturas artificiosas” y resultan más reales y atractivas.
 
“Pienso en El poder y la gloria, de Graham Green, o en Diario de un cura rural, de Bernanos; o en filmes tan diversos como El Padrecito, de Cantinflas, o El noveno día de Volker Schlöndorff, basada en la experiencia real de un cura católico en los campos nazis”, ejemplificó el obispo sobre las buenas representaciones.
 
El obispo, que también preside la Comisión Episcopal de Ministerios, consideró que “se podría elaborar un rosario de críticas” sobre las representaciones de sacerdotes, pero destacó que todas ellas “ofrecen interesantes puntos de vista para hacernos pensar a fondo lo que implica ser cura y vivir como tal en nuestro mundo real”.
 
“Algunas obras nos ofrecen la figura de curas de carne y hueso, retratándolos incluso en sus dramas y contradicciones más hondas; pero metidos en la vida real de su gente, acentuando el contexto político o social de su tiempo o las tensiones internas de la Iglesia. Nos muestran a los santos, pero también a los que, siendo poco canonizables, no dejan de mostrarnos un destello de Evangelio con sus vidas y pasiones”, manifestó el prelado.
 
Esos curas –agregó- se acercan un poco más a los curas reales que encontramos hoy, hombres hechos de la misma madera que todos y que, como todo lo genuinamente humano, viven la vida entre luces y sombras, aciertos y errores. Eso sí, con la pasión de Jesús en su corazón”.
 
“La televisión argentina nos está ofreciendo una nueva versión de este tema”, apuntó el obispo, en torno a la polémica que suscitó la tira Esperanza mía. “¿Qué camino recorrerá en su presentación de la figura sacerdotal y la vida religiosa? Lo único que se me ocurre decir es que si este producto ha de cosechar éxitos, que lo haga por méritos propios, por la calidad de la historia a la que da vida y por la riqueza de sus personajes”.
 
“Si esta tira tiene el mordiente de las obras populares que llegan al corazón, contando una historia humana que vale la pena, todos estaremos contentos. También los curas que no estamos en TV”, concluyó el obispo de San Francisco.
 
Texto completo de la reflexión
 
Artículo originalmente publicado por AICA

This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.