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Perú: Políticos y confesiones religiosas dialogan para reducir la desigualdad social

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Un primer encuentro de fraternidad entre políticos y comunidades religiosas en el Perú, denominado “Diálogos entre política y religión: La nueva agenda para el desarrollo sostenible después del 2015”, ha permitido que los ponentes y principales líderes coincidieran en señalar que se debe realizar un trabajo en conjunto, con el propósito de reducir la brecha de la desigualdad social y mantener el diálogo para promover la paz y el bien común en la sociedad.

El evento que se realizó el último viernes 20 de marzo, estuvo organizado por el Instituto de Estudios Social Cristianos (IESC), la Fundación Konrad Adenauer y el Consejo Interreligioso del Perú–Religiones por la Paz, cuyos representantes propusieron realizar tres encuentros al año, con una nueva agenda de creación común.

Diálogo para reducir la pobreza

Reinhard Willig, representante de la Fundación Adenauer, invocó al diálogo entre las autoridades políticas y religiosas, “… el Estado debe fomentar el diálogo valorando con sentido crítico a la religión”, enfatizó.

En ese sentido, el presidente del IESC, Armando Borda, alentó a las autoridades y participantes a seguir promoviendo el diálogo, la solidaridad y así encontrar el camino hacia el desarrollo de nuestro país. Explicó desde hace más de 40 años, el IESC promueve los valores social cristianos para contribuir a la consolidación de la institucionalidad democrática y a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

Desarrollo, igualdad y responsabilidad

Para la Vicepresidenta del Congreso peruano, Marisol Espinoza, la pobreza y la desigualdad aún impera en nuestra sociedad, por ello propuso fortalecer la interculturalidad y tener más presencia en las comunidades. Mientras que, Laura Vargas, Secretaria Ejecutiva del Consejo Interreligioso del Perú afirmó que los religiosos promueven los valores, los principios y la ética.

“La religión es el bien común…el desarrollo no será posible si se trabaja de manera aislada”, destacó Ana Jara, presidenta del Consejo de Ministros. La alta funcionaria recordó que por ser evangélica estuvo estigmatizada, por ello valora este encuentro y resalta los logros del gobierno en la consolidación financiera, inclusión social, la protección del adulto mayor, la calidad educativa y el desarrollo de las comunidades.

Por su parte, monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho, advirtió que muchos en la vida social quieren reducir al clero a la “sacristía”, por ello invocó a llevar el evangelio de amor para caminar en igualdad. “…No podemos permitir que nuestra patria se margine y haya tanta pobreza, por eso el amor nos mueve a llevar signos de solidaridad”, advirtió el también presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.

Frank July, obispo de la Iglesia Evangélica Luterana en Wurtemberg, recordó que en Alemania se realiza un trabajo en conjunto entre el Estado, la Iglesia y la sociedad civil para promover proyectos de desarrollo en beneficio de las comunidades. Por ello, indicó, las iglesias alemanas buscan la cooperación económica para beneficiar a los jóvenes y campesinos de Suramérica, mediante el programa “Pan para el Mundo”.

Educación, solidaridad y desarrollo

Otros representantes de la política y del clero propusieron restaurar la educación humanista y sumar esfuerzos para el desarrollo.

Gracias a esta propuesta de diálogo se ha podido apreciar el mapa del Perú en su verdadera dimensión, desde la desigualdad social hasta la ausencia del Estado en diversos puntos del País. Quedan aún temas pendientes como los más de 150 conflictos sociales que suceden mes a mes al interior de nuestro país; por ello es fundamental crear estos puentes de diálogo para cerrar esta brecha y sembrar un país más justo y más equitativo para entregar un mejor futuro a las nuevas generaciones.

El discurso del Presidente del Instituto de Estudios Social Cristianos puede leerse aquí



Un primer encuentro de fraternidad entre políticos y comunidades religiosas en el Perú, denominado “Diálogos entre política y religión: La nueva agenda para el desarrollo sostenible después del 2015”, ha permitido que los ponentes y principales líderes coincidieran en señalar que se debe realizar un trabajo en conjunto, con el propósito de reducir la brecha de la desigualdad social y mantener el diálogo para promover la paz y el bien común en la sociedad.

El evento que se realizó el último viernes 20 de marzo, estuvo organizado por el Instituto de Estudios Social Cristianos (IESC), la Fundación Konrad Adenauer y el Consejo Interreligioso del Perú–Religiones por la Paz, cuyos representantes propusieron realizar tres encuentros al año, con una nueva agenda de creación común.

Diálogo para reducir la pobreza

Reinhard Willig, representante de la Fundación Adenauer, invocó al diálogo entre las autoridades políticas y religiosas, “… el Estado debe fomentar el diálogo valorando con sentido crítico a la religión”, enfatizó.

En ese sentido, el presidente del IESC, Armando Borda, alentó a las autoridades y participantes a seguir promoviendo el diálogo, la solidaridad y así encontrar el camino hacia el desarrollo de nuestro país. Explicó desde hace más de 40 años, el IESC promueve los valores social cristianos para contribuir a la consolidación de la institucionalidad democrática y a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

Desarrollo, igualdad y responsabilidad

Para la Vicepresidenta del Congreso peruano, Marisol Espinoza, la pobreza y la desigualdad aún impera en nuestra sociedad, por ello propuso fortalecer la interculturalidad y tener más presencia en las comunidades. Mientras que, Laura Vargas, Secretaria Ejecutiva del Consejo Interreligioso del Perú afirmó que los religiosos promueven los valores, los principios y la ética.

“La religión es el bien común…el desarrollo no será posible si se trabaja de manera aislada”, destacó Ana Jara, presidenta del Consejo de Ministros. La alta funcionaria recordó que por ser evangélica estuvo estigmatizada, por ello valora este encuentro y resalta los logros del gobierno en la consolidación financiera, inclusión social, la protección del adulto mayor, la calidad educativa y el desarrollo de las comunidades.

Por su parte, monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho, advirtió que muchos en la vida social quieren reducir al clero a la “sacristía”, por ello invocó a llevar el evangelio de amor para caminar en igualdad. “…No podemos permitir que nuestra patria se margine y haya tanta pobreza, por eso el amor nos mueve a llevar signos de solidaridad”, advirtió el también presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.

Frank July, obispo de la Iglesia Evangélica Luterana en Wurtemberg, recordó que en Alemania se realiza un trabajo en conjunto entre el Estado, la Iglesia y la sociedad civil para promover proyectos de desarrollo en beneficio de las comunidades. Por ello, indicó, las iglesias alemanas buscan la cooperación económica para beneficiar a los jóvenes y campesinos de Suramérica, mediante el programa “Pan para el Mundo”.

Educación, solidaridad y desarrollo

Otros representantes de la política y del clero propusieron restaurar la educación humanista y sumar esfuerzos para el desarrollo.

Gracias a esta propuesta de diálogo se ha podido apreciar el mapa del Perú en su verdadera dimensión, desde la desigualdad social hasta la ausencia del Estado en diversos puntos del País. Quedan aún temas pendientes como los más de 150 conflictos sociales que suceden mes a mes al interior de nuestro país; por ello es fundamental crear estos puentes de diálogo para cerrar esta brecha y sembrar un país más justo y más equitativo para entregar un mejor futuro a las nuevas generaciones.

El discurso del Presidente del Instituto de Estudios Social Cristianos puede leerse aquí

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