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¿Qué opina el papa Francisco de la cadena perpetua?

El papa Francisco explicó que por ir a la cárcel, no significa  que uno deja de ser persona, hijo de Dios, sin horizonte alguno, incluso ante una cadena perpetua. 

Así abogó por la dignidad de los reclusos este viernes, 8 de noviembre 2019, ante los participantes en la conferencia internacional para los jefes regionales y nacionales de la Pastoral Penitenciaria organizada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral “El desarrollo humano integral y la pastoral penitenciaria” que concluyó sus trabajos en Roma. 

“Llévense esta imagen de las ventanas y el horizonte, y procuren que en vuestros países siempre las prisiones, las cárceles tengan ventana y horizonte; incluso una cadena perpetua, que para mí es discutible, incluso una cadena perpetua tendría que tener un horizonte”, expresó el Papa. 

“No se puede hablar de un ajuste de deuda con la sociedad en una cárcel sin ventanas. No hay una pena humana sin horizonte. Nadie puede cambiar de vida si no ve un horizonte. Y tantas veces estamos acostumbrados a tabicar las miras de nuestros reclusos”, sostuvo.

En segundo lugar, el Papa recordó una imagen que él mismo ha visto en su natal Buenos Aires, cuando “iba con el colectivo a alguna parroquia de la zona de Villa Devoto y pasaba por la Cárcel de Devoto”. 

“La cola de la gente que iba a visitar a los detenidos. Sobre todo la imagen de las madres, las madres de los detenidos que las veía todo el mundo, porque estaban haciendo cola una hora antes de entrar y que después eran sometidas a las revisiones de seguridad, muchas veces humillantes”.

“Esas mujeres no tenían vergüenza de que las viera todo el mundo. ‘Mi hijo está allí’, y daban la cara por el hijo. Que la Iglesia aprenda maternidad de estas mujeres y aprenda los gestos de maternidad que tenemos que tener para con estos hermanos y hermanas que están detenidos. La ventana y la madre haciendo cola, son las dos imágenes que les dejo”. 

Al final, el Papa encomendó a la Virgen a quienes trabajan en la pastoral y en el ámbito social a favor de la dignidad de los reclusos. “Que Nuestra Señora de la Merced los acompañe a ustedes, a sus familias y a cada uno de los que sirven a los encarcelados. Y por favor no se olviden de rezar por mí. Gracias”. 

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