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Los niños pobres escuchan menos cuentos y celebran menos sus cumpleaños

Crecer sin cuentos, sin libros infantiles en el hogar, y sin festejar el cumpleaños afecta la estimulación emocional e intelectual de los niños. La pobreza meramente económica, no es la única causa que afecta el desarrollo integral de los niños, sino su asociación con otras situaciones sociales, familiares y emocionales.

El Observatorio de la Deuda Social de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) analiza en su informe “Infancia(s): progresos y retrocesos en clave de desigualdad”, los diferentes aspectos de la estimulación emocional e intelectual de niños y adolescentes. En el capítulo dedicado a estudiar la Crianza y la Socialización se indaga sobre esta variable, analizan puntos involucran la narrativa y literatura en el hogar y la celebración de cumpleaños.

En este estudio estiman que en la Argentina cerca de 4 de cada 10 niños menores de 12 años no son estimulados a través de la lectura de cuentos y/o la narración oral. La posibilidad de no recibir cuentos se incrementa con la marginalidad del trabajo parental: los niños que viven en el 25% inferior de la estratificación social tienen 1.9 veces más chances de no ser receptores de cuentos.

En 2014, la Academia Americana de Pediatría recomendó la lectura de cuentos desde el nacimiento hasta al menos hasta el último año del jardín de infantes. Un año después, un estudio publicado en Pediatrics confirmó que los niños en edad preescolar que escuchan cuentos y están más expuestos lectura en el hogar activan áreas del cerebro que apoyan las imágenes mentales y la comprensión narrativa.

En línea con esa recomendación, el estudio de la UCA revela además que el 42.8% de los niños no cuentan con libros infantiles en su hogar. La brecha se percibe ante todo en la desigualdad social: niños del estrato trabajador marginal tienen 6.5 veces más chances de no tener libros infantiles que los de estrato medio profesional.

Con respecto a la celebración del cumpleaños, el estudio revela que el 21,1% de los niños menores de 12 años no pudieron hacerlo. Los niños en hogares con solo uno de los padres tienen mayor probabilidad de no festejar el cumpleaños en relación con pares en hogares con ambos padres, arrojan los datos. Aunque los datos más alarmantes tienen que ver con las desigualdades sociales: quienes están en el estrato trabajador marginal tienen 17 veces más chances de no haber festejado su cumpleaños que quienes están en el estrato medio profesional.

Otros indicadores observados por el Informe abordan el déficit en los procesos de socialización, en los que también se observan diferencias de acuerdo la situación socioeconómica, al punto que los niños en los estratos trabajador marginal tienen 2,5 veces más chances de no hacer estas actividades que pares en el estrato medio profesional.

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