Italia: La Consulta le abre la puerta al suicidio asistido

Es “no punible”, bajo “ciertas condiciones”, quien “facilita la ejecución de la intención de suicidio, de forma autónoma y libre, de un paciente mantenido vivo mediante tratamientos de soporte vital y que sufre de una patología irreversible, fuente de sufrimiento físico y psicológico que él considera intolerable pero totalmente capaz de tomar decisiones libres y conscientes “. Esta es la sentencia esperada, firmada por el Tribunal Constitucional, sobre la cuestión de la legitimidad del artículo 580 del código penal planteado en el juicio de Marco Cappato por el suicidio asistido de Dj Fabo.

El Tribunal, lee la nota emitida esta noche del Palacio de la Consulta en espera de la imposición de la sentencia que tendrá lugar en las próximas semanas, ha “subordinado la no sanción al respeto de las modalidades previstas por la ley sobre consentimiento informado, cuidados paliativos y sedación continuada profunda” (la referencia es a los artículos 1 y 2 de la ley 219/2017 sobre consentimiento informado y Dat) y “a la verificación de las condiciones requeridas y los métodos de ejecución por parte de una institución pública del Servicio Nacional de Salud, habiendo escuchado la opinión del comité de ética territorialmente competente”.

Con la decisión de hoy sobre el suicidio asistido, el Tribunal Constitucional ha identificado “condiciones y métodos procesales específicos, derivados de las reglas ya presentes en la orden”: esto era necesario, escribe la Consulta en su nota, “para evitar el riesgo de abuso contra personas especialmente vulnerables”, como ya se subrayó en la orden 207 de 2018, con la cual los jueces constitucionales habían pospuesto su decisión, planteada por el Tribunal de lo Penal de Milán en el caso Cappato / Dj Fabo. “Con respecto a la conducta ya llevada a cabo – subraya el Tribunal – el juez evaluará la existencia de condiciones sustancialmente equivalentes a las indicadas”.

Por la tarde intervino también la Asociación Luca Coscioni a través de las palabras del director Mario Riccino, médico de Piergiorgio Welby que quiso reafirmar cómo “en referencia a cuanto se lee hoy sobre la petición de algunas asociaciones médicas que se consideran listas para la objeción de conciencia es justo aclarar que nadie – ni mucho menos un médico favorable a la muerte médicamente asistida como yo – quiere imponerle a nadie la obligación profesional de practicarla, solo queremos garantizarle al paciente lo que muchos médicos consideramos ser su derecho”.

Riccio luego lanzó el próximo evento sobre el tema eutanasia y fin de a vida: “Junto a muchos otros médicos que comparten las mismas convicciones y objetivos estaremos presentes en el Congreso Nacional de la Asociación Luca Coscioni programado del 3 al 6 de octubre en la Universidad de los estudios de Bari”.

Mientras tanto, ya 237 médicos han firmado una apelación, promovida por la asociación, contra Filippo Anelli, presidente de la Federación Nacional de Cirujanos y Odontólogos que en los últimos meses ha emitido una indicación a todos sus colegas médicos argumentando que, incluso si al cambiar la ley, los médicos deben seguir las indicaciones del código de ética, incluso en contraste con las solicitudes del Tribunal Constitucional.

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