Lectio Divina: Viernes XXI semana del tiempo ordinario
Invocamos al Espíritu SantoEspíritu Santo, llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén
Evangelio según San Mateo 25,1-13.
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.
Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas.
Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'.
Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'.
Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'.
Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta.
Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos', pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'.
Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.
Palabra del Señor
1. Lectura, ¿Qué dice el texto?
Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.
2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Es interesante revisar los textos anteriores a hoy; ayer lo decía, el Señor nos viene preparando y hoy agrega algo mas, "la necedad y la prudencia" y termina diciendo lo mismo que ayer: "Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora".
En mi vida ¿Cuál es el grado de necedad y prudencia que tengo? ¿Soy capaz de hablarle con humildad a mi necedad y controlarla o ni siquiera me interesa o no me doy cuenta? ¿Qué hay de mi prudencia, asumo los contextos, lo que hay a mi alrededor, lo que digo y hago, les doy valor, moral y tomo las aciones necesarias y justas?
Cuando alguien me aborda y me da consejos sobre mis necedades y mi falta de prudencia, ¿Los acepto, reflexiono y agradezco porque eso me hace tomar el camino que el Señor me pide? ¿Soy capaz de hablarle a mi hermano sobre sus necedades y falta de prudencia con humildad, con el deseo de ayudarle a estar más cerca de lo que el Señor nos pide?
3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Señor, somos humanos imperfectos, pero tenemos la capacidad de razonar, de amar y sobre todo de cambiar, no es fácil, es un camino que empieza por aceptar lo que somos, pero si dejamos que Tú vayas dándole amor, seguro que estaremos siempre más cerca de ti y sobre todo listos y con alegría para cuando nos llames a tu Reino
Amén
4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora. (R)
5. Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?
Evaluemos nuestra necedad y nuestra prudencia y veamos si nos está conduciendo a lo que el Señor nos pide, primero hagamos una auto evaluación y después preguntemos acerca de esto a nuestros hermanos más cercanos y así determinaremos.
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