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La hermana Stephanie corre “para mayor gloria de Dios” el maratón de Chicago

Esta ex atleta convertida en monja corre, desde 2011, el célebre maratón de Chicago. Hoy domingo 13 de octubre tiene otra vez una prueba de fuego al correr por octava ocasión esta justa de 42 kilómetros con 19 metros que es uno de los seis “Majors” del mundo junto con Nueva York, Boston, Berlín, Londres y Tokio.

Baliga fue corredora de larga distancia en el equipo de la Universidad de Illinois, en la que se graduó en 2010. Ahora piensa que correr, también es una forma de orar, de agradecer a Dios y de pensar en los demás.

Pero no corre sola: la hermana Stephanie dirige el equipo de la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles en el Maratón de Chicago para recaudar dinero para restaurar un edificio de servicios a los pobres y crear conciencia sobre su trabajo comunitario.

La meta son 200.000 dólares

El largo artículo dedicado a la hermana en el rotativo más importante de Chicago y uno de los más leídos en Estados Unidos, el Chicago Tribune, pone énfasis en la labor de las misioneras en el campo de la asistencia a los pobres.

Este domingo, el objetivo recaudar dinero y completar las renovaciones del edificio escolar de tres pisos adyacente a la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en el barrio de West Humboldt Park, uno de los vecindarios marginales del área de Chicago.

El colectivo, que incluye cien corredores de todo el país, espera recaudar más de 200.000 dólares para reparar el edificio donde se encontraba la escuela parroquial que fue arrasada por un trágico incendio que mató a 92 pequeños y a tres monjas el 1 de diciembre de 1958.

Hoy, las misioneras utilizan el edificio para proporcionar servicios sociales a la comunidad, incluida una despensa de alimentos semanal, comidas comunitarias gratuitas, programación extracurricular y asistencia de emergencia, relata el Chicago Tribune.

Vencer la fatiga

La labor de las religiosas se lleva a cabo a en un barrio que es considerado como el segundo más violento de Chicago, después del barrio de Austin: en lo que va del año, según la policía, se han cometido en la zona 24 homicidios.

Pero eso no detiene a las misioneras ni a la hermana Stephanie. Sabe que sus compañeras de misión hacen un trabajo extraordinario, como ella misma y todo su equipo en el maratón.

La fatiga llegará en la carrera de hoy. Sin embargo, dijo antes de correr: “Todo el trabajo que estamos haciendo es para mayor gloria de Dios; así que cuando estemos corriendo, y comience a doler, haremos el último esfuerzo para no disminuir la velocidad de la misión y de Jesús”.

*Con información de Javonte Anderson / The Chicago Tribune*

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